Científicos del INTA integraron un equipo que descifró el genoma de una especie de tomate

VARIEDAD. Sudamérica, con más de 2.300 especies diferentes, es la región que posee la mayor diversidad de tomates. VARIEDAD. Sudamérica, con más de 2.300 especies diferentes, es la región que posee la mayor diversidad de tomates.
14 Enero 2011
El genoma del tomate, uno de los cultivos más importantes del mundo, ya no tiene secretos. Un grupo científico internacional, del que participó el INTA, descifró el genoma de la especie domesticada Solanum lycopersicum. El hallazgo permitirá estudiar mecanismos genéticos y moleculares determinantes de la nutrición, del sabor y de la calidad de los frutos del cultivo, cuya producción nacional supera el millón de toneladas.

Se estima que el tomate contendría unos 45.000 genes; la información se encuentra disponible en el sitio "solgenomics.net". "Aún se trabaja para liberar una versión curada que seguirá estudiándose para mejorar su precisión", indicó Fernando Carrari, del Instituto de Biotecnología del INTA Castelar (Buenos Aires), quien lideró el grupo de genómica estructural y funcional de especies de solanáceas en el Consorcio Internacional del Genoma del Tomate, en representación de la Argentina. Sólo dos actores latinoamericanos participan de este consorcio, integrado por 13 países: el INTA y un laboratorio de la Universidad de San Pablo (Brasil).

Con más de 2.300 especies diferentes, Sudamérica posee la mayor diversidad de tomates. El fruto es originario de las tierras altas de las costas occidentales y fue cultivado de manera continua por diversas culturas andinas. De hecho, la palabra "tomate" proviene de la lengua náhuatl (Aztecas), tomatl.

El trabajo

El equipo argentino estudió la mitocondria, una molécula subgenómica que representa cerca del 0,05% del total de la especie. "La investigación se focalizó en rutas metabólicas particulares del fruto y de otros órganos de la planta, y en la identificación de secuencias asociadas al contenido vitamínico y de sólidos solubles", dijo Carrari.

Según dijo, si bien el genoma fue completamente secuenciado, no quiere decir que esté ordenado. "Se obtuvo mucha más información de la que se había planificado, por lo que quizá lleve más tiempo ordenarla", consideró Carrari.

Dado que el genoma secuenciado pertenece a un cultivar tomado como modelo de estudio -que no se utiliza en la producción a campo-, se pueden rescatar otros cultivares usados hoy en distintas regiones del país, que se destacan por su sabor y contextura, como el tomate Platense. De esta forma, el INTA comenzó a rescatar cultivares locales para poder catalogarlos en colaboración con la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Cuyo. Esto podría impactar en los costos de producción -actualmente se importa la mayoría de las semillas- y en la calidad del producto. "Nos dimos cuenta de que toda esta información nos podía servir para ir a buscar en esos cultivares toda la variabilidad que existe y que permitiera explicar su alta calidad o la razón por la cual los productores locales los siguen prefiriendo", finalizó Carrari.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios