Videla señaló que Balbín pidió el golpe y desató la ira radical

"Los enemigos de ayer están en el poder".

ALEGATO FINAL. El militar (r) dijo que en el país hubo una guerra interna. NA ALEGATO FINAL. El militar (r) dijo que en el país hubo una guerra interna. NA
22 Diciembre 2010
BUENOS AIRES Y CÓRDOBA.- En la última audiencia del juicio en su contra que se le sigue en Córdoba por violaciones a los derechos humanos durante el Proceso de Reorganización Militar, el ex presidente de facto Jorge Rafael Videla sostuvo que "45 días antes del 24 de marzo de 1976" cenó con el entonces titular de la UCR, Ricardo Balbín, en la casa de un "amigo en común". Dijo que el político le pidió entonces que "hagan ya un golpe". Al conocer los dichos, el titular de la UCR, el senador Ernesto Sanz, salió a rechazarlas con vehemencia, sostuvo que Videla "sigue teniendo la perversidad del 76" y dijo que "no puede manchar la honorabilidad de Balbín".

"La historia marca que el respaldo de Balbín a la entonces presidenta, Isabel Perón, fue quizás el único que le quedó después de las peleas que había dentro del peronismo", argumentó Sanz y agregó: "hasta el último minuto estuvo dispuesto a dar una mano". Por su parte, el titular de la bancada de senadores, Gerardo Morales, dijo que "lo de Videla es típico de un asesino, porque sabe que el muerto no puede defenderse", y destacó "la posibilidad de defenderse que le da la democracia que él detestó y temió".

En su alegato, Videla afirmó que "los enemigos de ayer están en el poder e intentan establecer un régimen marxista, a la manera de (Antonio) Gramsci (filósofo, teórico marxista, político y periodista italiano)", aseveró que previo al golpe de 1976 se vivía "un far west vernáculo" y dudó de que "haya realmente terminado" lo que consideró la guerra de los 70, donde, admitió, "se llegó a situaciones límites".

Acusó también al gobierno kirchnerista de tomar "de rehenes a las instituciones" y advirtió que "la Constitución guarda luto por la República desaparecida".

Tras descalificar a los magistrados civiles por no ser sus "jueces naturales", Videla opinó que "con este enjuiciamiento se pretende, a través de la sentencia, homologar una decisión política adoptada con sentido de revancha por quienes fueron ayer derrotados". "Asumiré, bajo protesta, la injusta condena que se me pueda imponer, para la concordia de nuestro país, como un servicio más", indicó Videla.

En la transcripción de su alegato que publicó "www.cij.gov.ar", aseguró que en la Argentina hubo una "guerra interna" y señaló que la agresión terrorista quería tomar el poder político para instalar un estilo marxista. "Fue una guerra interna iniciada por los terroristas contra las instituciones del Estado argentino. Me niego a aceptar que fue una guerra sucia", manifestó. (NA-DyN-Especial)

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