BUENOS AIRES.- Hasta la decoración de la casa de Gran Hermano está inclinada a la polémica. Una de las novedades de la edición 2011 es que no hay colchones individuales para los participantes, y éstos tienen que dormir de a grupos de tres y cuatro en las camas. Además, los dormitorios no están separados por sexo, sino que son mixtos.
"Acá ya cambia la historia, no es como antes que cada uno tenía su lugar, su privacidad. Se acabaron los territorios personales. Gran Hermano socializó los cuartos. Deben aprender a compartir algo tan íntimo como las camas", dijo Jorge Rial al presentar la novedad.
Los participantes fueron los encargados de distribuirse en las camas. Las complicaciones o ciertos romances pueden nacer de esta manera, especialmente para quienes ocupen las ubicaciones centrales de los colchones. (Especial)