El kirchnerismo espera una decisión de Cristina

El kirchnerismo espera una decisión de Cristina

La Presidenta aún no definió si buscará la reelección en 2011, pero gobernadores, legisladores y funcionarios proclaman su candidatura. El primer mes sin el ex presidente se presenta como una buena oportunidad para volver la mirada sobre los primeros efectos de su desaparición en la escena política.

EL Y LA SUCESORA. El le dio el bastón de mando, ella puede ser reelecta. TELAM EL Y LA SUCESORA. El le dio el bastón de mando, ella puede ser reelecta. TELAM
27 Noviembre 2010
Tras el paso de los primeros 30 días de la muerte del ex presidente Néstor Kirchner, es buena la oportunidad para hacer un balance sobre los efectos que su desaparición ha tenido sobre la escena política pública, en especial sobre el Gobierno nacional y el Partido Justicialista (PJ)

Sus condiciones de líder temperamental y verborrágico, de firmes convicciones, que sabía lo que quería y hacia dónde iba, un militante de la política, serán difíciles de reemplazar. En el horizonte oficialista no hay nadie que pueda ocupar el lugar que dejó vacante.

La muerte de Kirchner sacudió todos los tableros políticos, los del oficialismo y los de la oposición. También a la Presidenta, que se quedó sin su principal asesor político. Pero también alteró el clima dentro del Gabinete y las relaciones con los gobernadores, los sindicatos, los intendentes y los empresarios y sus grupos internos.

Dentro del oficialismo hay muchos que quieren sucederlo, pero todos esperan que desde la Casa Rosada, o desde la Residencia de Olivos, hagan el primer movimiento. Están atentos a lo que hará o qué dirá la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner. En la superficie todos muestran un gran respeto por el luto presidencial. Pero por lo bajo todos desconfían de todos.

En este período, como nunca antes, toma vida la frase "El silencio es salud". "Hay que desensillar hasta que aclare", afirman varios "K".

En el Gobierno se respira una gran confianza respecto de su continuidad después del 10 de diciembre de 2011. Pero hasta ahora, la jefa de Estado no dijo cuáles son sus pretensiones: buscar la reelección o dejar la candidatura presencial para algún "delfín" oficialista.

De esta decisión depende el futuro de dirigentes, gobernadores y funcionarios "K" y amigos del oficialismo. Desde la muerte de Kirchner, la conducción partidaria quedó en manos del vicepresidente del PJ: el gobernador bonaerense Daniel Scioli, un kirchnerista de la primera hora, pero un dirigente que tiene buenos y muchos contactos con el jefe de Gobierno de la Ciudad, Mauricio Macri. Esta "ambivalencia" no es bien vista porque quienes pretenden desplazar al ex motonauta del liderazgo del PJ, ya que desde ese sillón se puede alinear a gobernadores e intendentes de provincias y ciudades.

En la vereda de enfrente, la oposición atraviesa uno de sus momentos más complejos desde que derrotó al kirchnerismo en las legislativas de 2008. Además de las divisiones que se agudizan entre los distintos sectores, en los últimos 15 días sufrieron importantes derrotas en el Congreso nacional, porque no lograron quebrar al oficialismo e imponerle condiciones para el manejo político durante 2011, un año absolutamente electoral.

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