22 Noviembre 2010 Seguir en 
Tener acceso a las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC), le permite a cualquier persona, sin importar su condición, potenciar sus capacidades y desarrollarse socialmente en forma autónoma. Pero, además, les posibilita a los discapacitados una mayor inclusión educativa, laboral y social. Con esta premisa, recientemente fue lanzada la guía informativa "TIC y Accesibilidad", donde se resumen las herramientas digitales y los recursos disponibles para superar las barreras de acceso a la información y a la comunicación.
"Para quien tiene una discapacidad, las tecnologías digitales suponen una valiosa herramienta que permite ir logrando mayores grados de inclusión social. Por ejemplo, en algunos casos, la computadora actúa como una ?prótesis? que ayuda a vencer ciertas dificultades específicas", aseguró Laura Donati, responsable de Relaciones Institucionales del Centro de Asistencia y Rehabilitación Especial (CARE).
La brecha digital (la diferencias sociales entre quienes tienen acceso y dominio de las nuevas tecnologías y quienes no lo tienen) puede estar vinculada a la edad, a la condición socioeconómica, a la situación geográfica (ciudad, país, región) y hasta al género. En personas con discapacidades, cualquier limitación funcional que dificulte la pulsación, el movimiento preciso o la visión de letra pequeña, crea barreras de acceso que aíslan a las personas. "Si unimos a las discapacidades físicas la brecha digital, es claro que estamos cerrando una puerta más que importante a la integración de las personas con discapacidad", aseguró Donati.
Puntapié inicial
Según la integrante de CARE (www.care.org.ar), en Argentina algunos fabricantes de equipos de computación y aplicaciones informáticas ya dieron el puntapié inicial para que sus equipos sean accesibles a un número cada vez mayor de usuarios. Pero advirtió que no es suficiente. "En Estados Unidos, por ejemplo, el diseño universal se presenta como obligatorio, pero no sucede lo mismo en nuestro país. De cualquier manera, poco a poco las empresas van tomando conciencia de la necesidad de desarrollar productos accesibles para todos", explicó.
"Para quien tiene una discapacidad, las tecnologías digitales suponen una valiosa herramienta que permite ir logrando mayores grados de inclusión social. Por ejemplo, en algunos casos, la computadora actúa como una ?prótesis? que ayuda a vencer ciertas dificultades específicas", aseguró Laura Donati, responsable de Relaciones Institucionales del Centro de Asistencia y Rehabilitación Especial (CARE).
La brecha digital (la diferencias sociales entre quienes tienen acceso y dominio de las nuevas tecnologías y quienes no lo tienen) puede estar vinculada a la edad, a la condición socioeconómica, a la situación geográfica (ciudad, país, región) y hasta al género. En personas con discapacidades, cualquier limitación funcional que dificulte la pulsación, el movimiento preciso o la visión de letra pequeña, crea barreras de acceso que aíslan a las personas. "Si unimos a las discapacidades físicas la brecha digital, es claro que estamos cerrando una puerta más que importante a la integración de las personas con discapacidad", aseguró Donati.
Puntapié inicial
Según la integrante de CARE (www.care.org.ar), en Argentina algunos fabricantes de equipos de computación y aplicaciones informáticas ya dieron el puntapié inicial para que sus equipos sean accesibles a un número cada vez mayor de usuarios. Pero advirtió que no es suficiente. "En Estados Unidos, por ejemplo, el diseño universal se presenta como obligatorio, pero no sucede lo mismo en nuestro país. De cualquier manera, poco a poco las empresas van tomando conciencia de la necesidad de desarrollar productos accesibles para todos", explicó.
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