"No acompaño automáticamente al kirchnerismo"

El joven gobernador salteño anuncia que se retirará de la política, como mucho, a los 55 años. Antes, intentará llegar a la presidencia. "El dirigente que no admite esa ambición es hipócrita o mediocre", define

CONTRA EL CLIENTELISMO. El mandatario asevera que el voto electrónico mejora la calidad de la democracia. LA GACETA / ANALIA JARAMILLO CONTRA EL CLIENTELISMO. El mandatario asevera que el voto electrónico mejora la calidad de la democracia. LA GACETA / ANALIA JARAMILLO
21 Noviembre 2010
Llegó media hora tarde a la entrevista porque había estado contestando correos electrónicos. Pidió disculpas y un café, y se sometió a un generoso cuestionario de 68 minutos. Comentó que el día anterior había visitado Tarija (Bolivia) y que de allí había pasado directamente a la cena de los 25 años de la Fundación del Tucumán. Pronosticó que obtendrá -sin sobresaltos- la reelección en abril de 2011 y en el inicio mismo de la plática hizo del tuteo (que no "tuiteo") algo más que el tratamiento natural para sus 41 años. "Olvidate del ?usted?. Cuando la investidura es más importante que vos mismo, estás en el horno. Sobre todo si sos joven. Por más que me vaya bien en la política, viviré mucho tiempo afuera de un cargo. O me voy en diez años o la gente me echa a patadas", aseguró Juan Manuel Urtubey, gobernador de Salta.

-¿Te vas a retirar a los 51?

-55 a lo sumo. Pero porque empecé muy chico y sé que no puedo ocupar espacios eternamente. El otro día veía que un grupo político salteño se planteaba como la alternativa y la renovación. ¡Todos los tipos ya habían estado en el poder hace 20 años! No quiero ser tan patético.

-Te atrae más Lula...

-Sí, en escala chiquita. Lula coronó las políticas públicas que emprendió Brasil hace muchísimos años. No tiró a la basura lo que habían hecho sus antecesores. Es lo que tenemos que aprender nosotros porque cada tipo que llega al poder quiere inventar un nuevo mundo y cree que lo de antes fue una cagada.

-También llegaste al poder en una provincia con perfil alto.

-Tomé como activo todo lo que había hecho bien la gestión de (Juan Carlos) Romero, como el equilibrio fiscal y el orden administrativo, y la actitud agresiva en algunos temas piolas como la promoción del turismo. Respetamos esos proyectos y acometimos los que estaban faltando, como disminuir la brecha de desigualdad y revertir la tendencia a la primarización productiva. Ello no significó un quiebre, sino una etapa superadora. Pretendo que el próximo presidente haga lo mismo: que corrija sin destruir.

-No es noticia que te gustaría llegar a la Casa Rosada...

-El dirigente político que está en un momento ascendente de su carrera y no admite esa aspiración es un hipócrita o un mediocre. Puedo dar más, pero ello depende de mil circunstancias y no significa que esté postulándome para las próximas elecciones.

-Sorprendió que alentaras una eventual vicepresidencia de José Alperovich. ¿Ustedes no compiten entre sí?

-Al margen de una relación personal buena con José, valoro positivamente lo que su Gobierno ha representado para Tucumán.

-¿Te ves compartiendo fórmula presidencial con Alperovich?

-¡Sería genial! Ocurre que en la Argentina de hoy eso es muy difícil. Yo estoy trabajando para beneficio del Norte: nosotros escribimos los capítulos más gloriosos de la historia hace 200 años. Luego de eso, el proceso de construcción de la nacionalidad, en alguna medida, nos dejó afuera. Podemos llorar o despotricar contra esa situación o transformar la realidad. Me parece que el Norte debe generar posiciones de poder que le permitan condicionar políticas públicas. El hecho de que el Ferrocarril Belgrano no funcione significa que no hemos sido capaces de incidir en el desarrollo de la región.

-El esquema de distribución de los recursos públicos es humillante para las provincias. En Tucumán parece que si no rendís pleitesía a Buenos Aires, no recibirás los fondos prometidos.

-El Estado Nacional entrega a Salta todo lo que legalmente le corresponde. Nunca recibimos más que eso. Tampoco tengo por qué pedir lo que no corresponde. Mi provincia está equilibrada fiscalmente y ejecuta su propio plan de inversión: $ 1.100 millones del fondo provincial estarán destinados a la obra pública en 2011. No necesito pedir nada al Gobierno nacional.

-¿La gente se enterneció con la muerte de Néstor Kirchner?

-Sólo se corrieron los nubarrones generados por su deseo de retener el poder y quedó su obra.

-Antes de morir, el ex mandatario atacó a la Corte de la Nación y vos manifestaste tu disidencia con esa iniciativa.

-Yo soy peronista. La adhesión a un proyecto político no me trajo mayores beneficios en términos económicos. Tampoco ha generado que el Gobierno nacional me apoye especialmente; de hecho, la sociedad inicial era con Romero y no conmigo. Sí es cierto que comparto un núcleo duro de intereses del peronismo que este Gobierno puso en valor. Eso no significa acompañamiento automático. Siempre he discutido y expresado mi opinión. Me río de la prensa que titula "Urtubey se acercó o se alejó del kirchnerismo". Nunca es así: simplemente estoy de acuerdo en algunas cuestiones y en otras, no.

-Fuiste diputado durante ocho años, ¿cómo analizás la piña de Graciela Camaño a Carlos Kunkel?

-Camaño es la legisladora más profesional, seria y dedicada que he conocido en el Congreso de la Nación. La relación con Kunkel debió haber sido muy difícil para que se le salte la térmica de ese modo. Nadie anda pegándose por las dudas. No está bien que aquello suceda y hasta ella misma lo admitió, pero llega un momento donde la espiral de violencia es tan grande, que la piña se convierte en algo menor. También sería de caballeros que el que ofendió primero diga: "te agredí, te pido perdón".

-Un tercio de los salteños usará el voto electrónico en las elecciones de 2011. Y en 2015, el 100% del padrón. Ninguna ley te obligaba a implementar el sistema. ¿Por qué lo hiciste?

-Todos los procesos políticos tienen un período de auge y de decadencia por la tendencia del hombre a defender la posición alcanzada. Los romanos acostumbraban volar los puentes para no retroceder en sus conquistas. Con la misma intención, todos los días ?vuelo puentes? porque no quiero caer en las prácticas que critico. Por eso terminé con la intermediación política en la pobreza: 130.000 ciudadanos salteños reciben ayuda alimentaria y todos disponen de una tarjeta para comprar sus alimentos. Es decir, no le ven la cara a un político nunca más. El voto electrónico rompe todos los cabos que permiten que, a partir del clientelismo político, se pueda condicionar el sufragio. En Suiza o Estados Unidos es una cuestión meramente instrumental, pero, en Argentina, donde existe un sistema de punteros, adquiere otro valor y lo afirmo aún cuando pueda ir en contra de mis intereses. El voto electrónico le da un alto nivel de calidad a la democracia. Esta discusión ha devenido abstracta en el Primer Mundo. Acá no.

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