Un mercado en crecimiento

El éxito de la muestra de Milo Lockett ratifica que en Tucumán también se venden cuadros

VARIOS FORMATOS. La muestra exhibe 36 pinturas. Varias ya se vendieron. VARIOS FORMATOS. La muestra exhibe 36 pinturas. Varias ya se vendieron.
01 Octubre 2010
El mercado de arte no existe en Tucumán, y al nivel de las transacciones internacionales, ni siquiera en Buenos Aires. Pero de vender, se vende, aquí y allá. Basta para observar este proceso recorrer la muestra de Milo Lockett "Hey, changuita, tú sabes...", en el Centro Cultural Rougés (Laprida 31).

En las diferentes salas se exhiben 36 pinturas de diferentes formatos, y en 15 de ellas (hasta el miércoles) aparecía un disimulado puntito rojo en la zona inferior del cuadro. El puntito rojo indica "vendido". Es decir que Lockett ya comercializó en esta ciudad el 41% de sus obras en el Rougés. Como la exposición se extiende hasta mediados de octubre cabe suponer que hasta entonces, esos puntitos rojos serán más. Está claro que la noche de la inauguración es decisiva en toda muestra; ese lunes 20 de septiembre el artista (que logró independizarse de las galerías al crear la suya en Belgrano, Buenos Aires) concurrió vestido con una sencilla camisa y pantalón negro pero terminó posando para las fotografías y hasta firmando autógrafos en El Taller, ubicado en Barrio Norte, como si fuera una celebridad. Y en parte lo es, debe aclararse, porque Lockett, aunque insiste en que trata de desmitificar este aspecto, es un fenómeno del mercado de arte en Argentina. Su vida transcurre en un triángulo establecido entre Resistencia (Chaco), Buenos Aires y... cualquier lugar del mundo. Este "fenómeno" que sigue trabajando y viviendo en Chaco asegura que no se sube al caballo de la fama. Su estilo se adscribió, al principio, al denominado "art brut" (término acuñado en 1945 por Jean Dubuffet para referirse al arte creado por gentes ajenas al mundo artístico sin una formación académica), pero ahora se ubica en el llamado "arte primario" (en la exposición en el Rougés hay testimonios de ambos). "Quiero que mi obra sea simple y sencilla", define. Y realmente lo es: en su figuración construida con líneas y trazos elementales se puede leer un cuadro de referencias que pasa desde los neoexpresionistas italianos (el movimiento conocido como la "mala pintura") hasta los graffitis de Jean-Michel Basquiat.

Las obras de Milo Lockett no son caras: sus pinturas tienen una base de $ 4.000, pero de ellas vende varias a diario, aunque en Tucumán haya hecho una excepción y haya bajado bastante ese precio.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios