El hombre que cambió su apellido para ser "santo"

La increíble historia de Miguel Albornoz

FIGURA. Miguel Albornoz jugó en San Martín desde la década del 30. FIGURA. Miguel Albornoz jugó en San Martín desde la década del 30.
20 Septiembre 2010
San Martín perdió a una de sus glorias. Miguel de la Cruz Albornoz, que estaba cerca de cumplir 90 años, era el ex jugador de más edad.
En el libro del centenario de la creación del equipo de La Ciudadela, se hace una mención especial al futbolista, padre de Roberto Albornoz, historiador de la institución.
En la década del 30 Albornoz fue descubierto por "Pepino" Soldevilla en los campeonatos barriales de aquellas épocas. Lo convenció que firmara para el "santo", pero jamás se imaginó que para llegar tendría que cambiarse el nombre.
Sí, por un problema con sus datos personales, los dirigentes lo inscribieron en la vieja Federación Tucumana de Fútbol como Ramón Espilosín. Con esa identidad integró el glorioso equipo de la Quinta que conquistó el triple campeonato de manera invicta.
Albornoz/Espilosín formó parte del equipo que perdió la seminifinal del Campeonato de la República en 1943 y el mayor triunfo que consiguió fue contra Independiente que, entre otras figuras, contaba entre sus filas con Arsenio Erico.
Cuando comenzó a trabajar en los ferrocarriles debió "blanquear" su identidad y recién allí todos se enteraron de cómo se llamaba. La anécdota perduró en el tiempo.

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