Se reactivó la venta de productos deportivos por la vuelta del crédito

Protagonistas de la moda. Los jóvenes prefieren las marcas líderes, que cuestan dos o tres veces más que los productos baratos. La expansión del sector trajo filiales de grandes firmas porteñas.

05 Mayo 2003
A medida que retorna la posibilidad de financiación, con tarjeta o cuentas personales, va creciendo nuevamente el consumo de calzado e indumentaria deportiva. En el caso de los productos líderes, a pesar de que duplicaron sus precios, siguen acaparando cada vez con más fuerza la preferencia del público de ingresos medios. Además de ser artículos de gran necesidad, se convirtieron en protagonistas de la moda. Hasta fines de 2001, el 70% de estos productos era importado y el 30%, de fabricación nacional, mientras que ahora la proporción es a la inversa. El propietario de una antigua firma de indumentaria deportiva, ubicada en Congreso y Crisóstomo Alvarez, explicó a LA GACETA que las fábricas argentinas todavía no pudieron sustituir totalmente las importaciones que venían de Oriente y de Brasil.

Industria brasileña
"Hoy Brasil sigue siendo un buen exportador de calzado a la Argentina. Es el segundo fabricante mundial, aunque ahora no lo favorece la casi paridad del real con el dólar -indicó el comerciante-. En la Argentina hay solamente dos o tres empresas con capacidad de fabricación, como Alpargatas y Gatic".
El empresario considera que la apertura del crédito por parte de las tarjetas de crédito permitió una reactivación del consumo de estos bienes. "En nuestro caso también tenemos créditos propios, en tres cuotas sin intereses, con anticipo", agregó.
A punto de cumplir 67 años de vida comercial, esta firma vendía en sus comienzos solamente botines y pelotas, porque no había otros productos. Ahora el mercado se ha expandido de tal manera que en nuestra ciudad se han instalado sucursales de varias cadenas nacionales de comercialización, que compiten con las firmas tucumanas.
"La ropa y el calzado deportivo se han impuesto entre los chicos como la indumentaria de moda. La usan en todo momento y lugar, cosa que antes no sucedía", comentó Luis Rodríguez Robledo, gerente de una sucursal de Santiago al 400.
Como ejemplo de la nueva tendencia informal, mencionó que durante el último verano en la costa estuvo de moda usar ojotas hasta para salir de noche, a cenar o a bailar. "Esa moda se difundió entre los jóvenes de todo el país", dijo.
Rodríguez reconoció que los jóvenes son muy "marquistas" a la hora de elegir indumentaria. "Hay marcas como Puma, que publicita sus nuevas líneas de productos en programas televisivos dirigidos a la juventud -ejemplificó-. Nike y Adidas siguen liderando el mercado. Son al mismo tiempo productos de moda y de primera necesidad".
La caída del poder adquisitivo de la población mantiene polarizada la oferta de zapatillas en dos sectores muy diferenciados en materia de precios. Por un lado, las grandes marcas, cuyo valor trepó a un promedio de $ 120; y por otro, las segundas marcas, que cuestan un tercio de esa suma.
Si bien las zapatillas baratas se fabrican mediante un proceso de menor complejidad tecnológica, su calidad no reviste una inferioridad tal que justifique tan abismal diferencia, según reconocieron comerciantes consultados por este diario. Sucede que, además de mejores materiales, los calzados de marca llevan en su precio un fuerte componente de costos de publicidad.

Alternativas económicas
El encargado de un comercio de Muñecas primera cuadra, que es líder en ventas de zapatillas de segundas marcas, comentó que se ha visto incrementada la venta de este segmento, porque mucha gente abandonó las marcas líderes para buscar una alternativa económica de cierta calidad.Una zapatilla de lona símil Topper cuesta entre $ 15 y $ 16. Las deportivas, tipo Adidas o Nike, valen $ 49. Estas costaban $ 26 hace dos años. "Las zapatillas de marca se diferencian de las otras porque su planta suele ser más liviana y flexible. Se fabrican con goma eva de una densidad especial, que es importada", señaló Martín Jorge.
Solamente un 50% de las fábricas de este sector lanzó modelos nuevos de zapatillas. Las otras se mantuvieron con lo que hacen siempre y a duras penas están abasteciendo la demanda interna, a pesar de que las ventas no recuperaron los volúmenes que tenían antes de la devaluación.
Hoy el 70% del público compra con tarjetas regionales, en este segmento. Una de las tarjetas adiciona un 14% en planes de seis cuotas, mientras que otra cobra un 7% por financiar hasta 3 meses. Una tercera otorga tres cuotas sin interés.

Se intensifica la producción de calzado para hacer ejercicios


El mercado de la indumentaria deportiva movilizaba hace dos años $ 500 millones en el sector mayorista y $ 1.000 millones en el de venta al público. Los cálculos de los especialistas del sector marcan que en los últimos 18 meses la facturación global cayó un 40%.
Las empresas que tienen operaciones en el país ya comenzaron su reconversión, y además de contratar las licencias de marcas importadas, están negociando con pequeños productores que trabajen para ellas. También están cerrando acuerdos con las fábricas que están disponibles para alquilar, con el objeto de incrementar la producción y sustituir los artículos deportivos que se traían de Brasil. En alguna medida, todavía los productos brasileños siguen ingresando, aunque su precio ya no está al alcance del argentino medio.
Hace poco se anunció que Alpargatas fabricará las zapatillas de Fila, que es una segunda marca en plena expansión. Se harán en tres de las diez plantas que tiene la principal empresa del rubro en el país, las ubicadas en Florencio Varela, en Catamarca y en Tucumán.
En Alpargatas trabajan en la actualidad unas 2.800 personas. Adidas venía fabricando en la Argentina a través de su licenciataria Gatic.Por otra parte, están regresando desde Brasil compañías multinacionales que habían mudado líneas de fabricación a ese país. Las zapatillas Nike tal vez vuelvan a confeccionarse aquí, y Gatic ya consiguió el regreso de All Star, una marca que fabricó Alpargatas hasta agosto del año pasado.
La situación actual abre nuevas expectativas para el negocio textil y calzado deportivo, ya que permite sustituir importaciones y volver a competir en mercados externos.
A los productos Topper y Flecha se les agregarían representaciones de otras marcas, entre las que se halla Adidas.

ANTES Y DESPUES
Los precios no están dolarizados por completo, segun un comerciante
En opinión de un comerciante tucumano, hoy la Argentina tiene los mejores precios del mundo en indumentaria deportiva. "Una camiseta de Boca que cuesta $ 100 al público, es decir U$S 35, vale exactamente el doble en cualquier lugar del mundo -comparó-. Aun el calzado importado, como el de Oriente, con supertecnología, que acá vale $ 300 (U$S 100), en cualquier otro país vale U$S 200, es decir $ 600".
China e Indonesia son los mayores fabricantes de calzado e indumentaria de alta calidad. Las pelotas de fútbol, en su mayoría, se traen de Pakistán, porque es uno de los productos que todavía no se pudieron sustituir, como ocurre con otros accesorios deportivos. Lo que no entra más es la ropa. Antes se traían conjuntos, remeras, camisetas y otras prendas, mientras que ahora se está exportando, pero con ciertas limitaciones por escasez de materia prima en los sectores de calzado y de artículos textiles. Entre las zapatillas importadas de Oriente hay modelos que cuestan entre $ 300 y $ 500 e incluso más, de marcas poco conocidas en nuestro país, pero que afuera son líderes del segmento de mayor poder adquisitivo. Hoy esos precios todavía no están a valor dólar exacto, porque las zapatillas que estaban a U$S 150 durante la convertibilidad, ahora se venden a $ 300, porque de otro modo nadie las compraría.

Tamaño texto
Comentarios