18 Julio 2010 Seguir en 
El tradicional comercio de barrio ha ido perdiendo espacio ante formatos masivos con una amplísima variedad de productos e inclusive servicios. Tanto los hipermercados (que avanzaron sobre autoservicios y supermercados) como los grandes paseos comerciales (que opacaron a las populares galerías) fueron tornándose parte habitual de los usos y costumbres de los consumidores, dice Susana Nuti sobre los cambios de hábito de consumo. Algo interesante de señalar es que el tramo artesanal recuperó cierta participación que había perdido varias décadas atrás pero, básicamente, en un ámbito de búsqueda de exclusividad y diferenciación.
La irrupción del "dinero plástico" introdujo una manera alternativa de gastar que rápidamente fue ganando porciones de mercado y que en los últimos tiempos ha permitido combinarse con una nueva modalidad de compra y pago "no presencial" que también avanza firmemente conforme la penetración de internet se profundiza. Esta forma de consumo aprovecha la relación espacio-tiempo, permitiendo que de modo muy rápido se puedan buscar, comparar, pagar y obtener productos y servicios que del modo tradicional demandaría días o semanas, incluso meses si el artículo procede del exterior. ¿Debería temerse por un nuevo desplazamiento de los anteriores formatos comerciales que ganaron espacio anteriormente? "Esto depende, fundamentalmente y entre otros aspectos, de una cuestión de dinámica social de los centros urbanos, de pautas culturales cambiantes y de una lógica conveniencia de costos. Por ahora, el panorama muestra una puja bastante pareja entre ambas líneas, con una mayor penetración de los formatos cibernéticos de compra entre las franjas etáreas más jóvenes y de niveles de ingresos más altos. La compra por internet pierde la partida cuando se conjuga el consumo, el esparcimiento y la seguridad, siendo este último factor muy importante en las grandes ciudades", apunta la economista.
La irrupción del "dinero plástico" introdujo una manera alternativa de gastar que rápidamente fue ganando porciones de mercado y que en los últimos tiempos ha permitido combinarse con una nueva modalidad de compra y pago "no presencial" que también avanza firmemente conforme la penetración de internet se profundiza. Esta forma de consumo aprovecha la relación espacio-tiempo, permitiendo que de modo muy rápido se puedan buscar, comparar, pagar y obtener productos y servicios que del modo tradicional demandaría días o semanas, incluso meses si el artículo procede del exterior. ¿Debería temerse por un nuevo desplazamiento de los anteriores formatos comerciales que ganaron espacio anteriormente? "Esto depende, fundamentalmente y entre otros aspectos, de una cuestión de dinámica social de los centros urbanos, de pautas culturales cambiantes y de una lógica conveniencia de costos. Por ahora, el panorama muestra una puja bastante pareja entre ambas líneas, con una mayor penetración de los formatos cibernéticos de compra entre las franjas etáreas más jóvenes y de niveles de ingresos más altos. La compra por internet pierde la partida cuando se conjuga el consumo, el esparcimiento y la seguridad, siendo este último factor muy importante en las grandes ciudades", apunta la economista.
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