Demasiada inmoralidad para tanta academia

Demasiada inmoralidad para tanta academia

Análisis.

Lo que se vio ayer da mucha pena. El secretario de Bienestar Estudiantil de la Universidad Nacional de Tucumán le ofrece por votar en la asamblea universitaria contratos por $ 2.500 a cinco integrantes de la comunidad universitaria durante cuatro años (48 meses). Si multiplicamos, podemos inferir que el sábado, cuando se grabó ese video, esta tarea "universitaria" cotizaba $ 600.000 y pensar que los malpensados y los que hablaban mal de uno y de otro bando universitario difamaban diciendo que votar costaba $ 40.000. Siguiendo una lógica que da vergüenza para un ámbito académico el armado de 10 cuestiones idénticas implicaría gastar $ 6 millones. Es la prostitución total, no sólo de la histórica y egregia universidad sino del ser humano que es capaz de sentarse en un bar con total impunidad para hacer una oferta, pero también para escucharla.

Con vergüenza
El rector Juan Alberto Cerisola se tomó más de ocho horas para decidir qué hacer. Hasta mirándose al espejo se debe haber puesto rojo de la vergüenza por el daño que le estaba haciendo su gente a la UNT.

Su ex coequiper y actual rival quiso mostrar que se encontraba en forma y, ¿rápida de reflejos?, presentó la renuncia al cargo de vice rectora de la UNT. Hasta ayer al mediodía fue parte de la gestión. Una versión femenina de Julio Cobos se quedó en el cargo que debió abandonar hace mucho tiempo. Un acto de desfachatez especulativa que no luce en alguien que quiere conducir -y que condujo- la UNT. Por suerte, su equipo se dio cuenta de que debía dimitir, y María Luisa Rossi de Hernández los escuchó, aunque un poco tarde, después de haber sido compinche y socia del rector Cerisola.

Papel antitransparente
En el video se ve a Ramiro Moreno asegurándole a "los devaluados Campanellas" que le tendieron la cama que estaba todo previsto para que el voto sea con papelitos. Ahora, después de ver las imágenes del escándalo, queda claro que el voto secreto en este "colegio electoral" podría contribuir a la corrupción. La transparencia estaría asegurada con el voto cantado.

Es posible que algún abogado hábil demuestre que no se configura un delito. Es factible que la Justicia, por más que haga esfuerzos, no logre elevar este papelón a juicio. El fiscal federal Emilio Ferrer tiene una dificultosa tarea desde ayer. Es más, cuentan los chismosos que uno de los que se sentaron en la mesa del bar llamó a uno de los estudiantes para asegurarle que estaban listos los contratos. Eso habría ocurrido en el mismo instante en el que "los videómanos" hacían sus declaraciones. Nadie se animó a confirmar la versión aunque hay quienes juran haberla escuchado.

Tal vez no logren confirmar el delito, pero las esquirlas del video lastimaron a Cerisola. Tiene ocho días para recuperarse. Mientras tanto, la UNT se retuerce avergonzada porque los presagios de falta de ética se hicieron realidad.

Demasiada inmoralidad para tanta academia. Da pena.

Comentarios