Recuperó el brazo 10 horas después del accidente

La innata curiosidad por conocer el mundo que los rodea lleva a los niños a indagar cuanto hallan a su paso. Desde que gatean hasta los 13 o 14 años exploran recovecos, escondrijos, muebles y cualquier tipo de aparatos, sin saber que alguna de las travesuras puede terminar en un lamentable accidente casero. Lo que vivió el domingo a la tarde la familia del niño catamarqueño Gastón Toledo, de cinco años, es un claro ejemplo. En un abrir y cerrar de ojos el chico metió el brazo derecho en un secador de ropa en funcionamiento y el artefacto le arrancó el miembro superior, unos cuatro centímetros arriba del codo. El rápido y correcto proceder de todas las personas que intervinieron en forma espontánea en el traumático episodio permitió que el niño pudo recuperar su brazo en las primeras horas de ayer. La intervención quirúrgica estuvo a cargo del equipo tucumano de Cirugía y Reimplante de Miembros del Sanatorio del Norte, bajo la dirección del cirujano especializado  José Urpi.

La intervención duró cinco horas. Según Urpi, Gastón ya estaba en el quirófano antes de las seis horas de ocurrido el percance, algo poco frecuente si se tiene en cuenta que lo trajeron en ambulancia desde la vecina provincia. "La celeridad se debió a la buena información que tenían todos los participaron de un modo u otro en este accidente casero: desde la Policía de Catamarca que trasladó al menor y el brazo amputado de inmediato a un hospital público -pasando por los padres que averiguaban si era factible el reimplante del brazo- hasta el rápido operativo de traslado a Tucumán que montaron en el hospital catamarqueño", destacó Urpi a LA GACETA.

La madre del menor está junto a su hijo, en terapia intermedia donde se recupera. El director médico de esta unidad, Carlos Garcés, al igual que Urpi, elogió la sincronización de todas las maniobras y decisiones que tomaron en Catamarca para que el niño llegue a Tucumán compensado y su brazo amputado en óptimas condiciones.

"No es mucho lo que podemos contar. Desconocemos algunos detalles, ya que la urgencia estaba centrada en el reimplante del brazo a Gastón", expresó Urpi, luego de la agotadora jornada.

Ambos médicos contaron que el accidente se produjo a las 19.30 en un barrio de la capital catamarqueña y a las 23.30 el paciente llegó al sanatorio, en compañía de familiares, del médico de guardia del hospital donde recibió los primeros auxilios, Luis Fierro, y del cirujano de Catamarca Carlos Fernández, especializado en cirugía de mano. "Fernández se comunicó con nuestro equipo, nos explicó lo sucedido y nos pidió que esperáramos al paciente en el quirófano. Este chico tiene un Dios aparte, porque no es fácil sincronizar un traslado en estas circunstancias...", comentó Urpi, que no salía de su asombro. Añadió que brazo amputado llegó limpio -en una bolsa de plástico y en perfecto estado- en una conservadora con tres cuartas partes de agua y una cuarta parte de hielo (como debe preservarse en estos casos). En tanto el niño ingresó compensado, con las vacunas puestas y con administración de antibióticos. "Armé el equipo de nueve especialistas en contados minutos. Cuando nos dimos cuenta estábamos todos instalados en el quirófano -al mejor estilo norteamericano- y esto se debió a la buena predisposición de mucha gente", subrayó Urpi.

La primera etapa ya fue superada. Ahora, dijo el médico, tienen que seguir el control para evitar que haya coágulos o alguna complicación. La recuperación nerviosa dependerá de la rehabilitación, que lleva bastante tiempo, y la sensiblidad y funcionalidad se comienza a evaluar casi al año. "La recuperación vascular es inmediata, pero la reparación nerviosa y el funcionamiento del miembro son más lentos", subrayó Urpi.