Gastón, el niño que casi pierde un brazo, evoluciona bien

Todo marcha de acuerdo a lo previsto. La pesadilla que vivió el domingo a la tarde el niño catamarqueño Gastón Toledo, de cinco años, será nada más que un recuerdo si no surgen contratiempos, luego de la compleja intervención a la que fue sometido para reimplantarle el brazo derecho que le arrancó un secarropas.

Al respecto, el cirujano especializado José Urpi, quien dirigió el equipo de Cirugía y Reimplante de Miembros del Sanatorio del Norte, manifestó que esta mañana se le practicó la primera curación y se constató que no hay infecciones. "Gastón está de muy buen ánimo, desayunó normalmente ayudado por su madre y se distrae viendo televisión", contó el profesional.

En ese sentido, explicó que junto con la recuperación por la operación, un equipo integrado por psicólogos y psiquiatras acompaña al menor y a su familia. "Su mamá recién está entendiendo lo que sucedió y comenzó a ?quebrarse?, a aflojarse y a llorar por la emoción", relató Urpi. Si la evolución se produce de acuerdo al plan establecido por los profesionales, en una semana Gastón podrá volver a su casa. LA GACETA ©