Frenar a Messi, un trabajo de ingeniería

Frenar a Messi, un trabajo de ingeniería

SE ROBO TODAS LAS TAPAS. Messi recibió elogios en todos los idiomas. SE ROBO TODAS LAS TAPAS. Messi recibió elogios en todos los idiomas.
08 Abril 2010
Todos se hacen la misma pregunta en España: ¿es posible parar a Lionel Messi? Este es uno de los desafíos más apasionantes que propone el clásico que disputarán el sábado Real Madrid y Barcelona. Manuel Pellegrini, técnico "merengue", deberá mostrar todas sus dotes de ingeniero para construir un esquema táctico capaz de detener al jugador del momento. La actuación del rosarino contra Arsenal impresionó a la hinchada de Real Madrid, que desea un "plan anti-Messi".
No es pequeño el desafío para Pellegrini, un técnico que durante toda la temporada se acostumbró a vivir con una legión de críticos que cuestionan cada una de sus decisiones. Ahora el chileno debe buscar soluciones para frenar esa máquina de jugar al fútbol y marcar goles en la que se ha convertido Messi.
Las opciones son muchas y van desde las más osadas hasta las más precavidas. Unos abogan por demostrar personalidad y jugar al ataque como mejor método de defensa, mientras que otros piden utilizar tácticas tan arcaicas como la marca individual por todo el campo.
Nadie conoce el plan de Pellegrini, quien bien podría apostar por lo mismo que utilizó en el partido jugado en el Camp Nou durante la primera vuelta. Entonces puso a Alvaro Arbeloa en la banda izquierda y subió a Marcelo al centro del campo. Pero más que eso, el chileno ordenó a sus jugadores que defendieran muy lejos de su área, ahogando la circulación de Barcelona.  No fue mal plan. Real Madrid jugó bien y hasta recibió elogios. Pero esa actuación no impidió que el equipo cayera por 1-0.
Pero esa estrategia puede no ser útil esta vez. Barcelona no juega como entonces. Josep Guardiola ha ido introduciendo variaciones en su esquema hasta convertirlo en algo parecido al "equipo de Messi", adaptándose a las cualidades del crack.
Barcelona lleva varias semanas alejado del tradicional esquema de los tres puntas y ahora sitúa a Messi preferentemente por el centro, alejado de las bandas, y con plena libertad de movimientos. Tanto el jugador como el equipo se beneficiaron de tales cambios.
Lo que fue una excepción precisamente en el Santiago Bernabeu el año pasado (victoria por 6-2) ahora es una norma en un equipo sin Samuel Eto'o y con Thierry Henry ausente de los titulares. Messi ya no comparte el protagonismo.
El ingeniero Pellegrini tiene mucho trabajo de cálculo por delante. Porque en el partido contra Barcelona se juega buena parte de sus opciones de continuar conduciendo a Real Madrid.

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