Momento de alejarse del placer mundano

Momento de alejarse del placer mundano

Días para contemplar el misterio del amor y dejar de lado el consumismo.

01 Abril 2010
Mañana es Viernes Santo, el día más triste para los católicos, porque se conmemora la muerte de Jesús. Es por eso que la Iglesia nos pide recogimiento y sacrificios, como lo es el ayuno. "La Semana Santa es el momento de alejarnos de los placeres mundanos y entregarnos de cuerpo y alma a contemplar y meditar sobre el misterio de la vida", explica el padre Liborio Randisi.

Según el párroco, la convulsiva rutina nos sumerge en un realidad alejada de la vida lo espiritual y el mundo del consumo nos ha atado a la búsqueda de la satisfacción de las necesidades materiales y nos ha desviado del camino de la verdad sagrada. "Nuestra mente está condicionada por la realidad material, por eso está tan lejos de comprender el amor de Jesucristo", advierte.

Por eso, la Iglesia nos pide hacer el sacrificio del ayuno el Viernes Santo, para intentar vivir en carne propia el martirio de Jesús. "El ayuno forma parte de la penitencia, de la mortificación a la que nos debemos someter para comprender cuánto sufrió nuestro señor por amor a la humanidad. Es el momento de sentarnos a aprender la pasión, muerte y resurrección de nuestro señor".

Pero en estos días hay un sacrificio mayor al ayuno. "Debemos renunciar al individualismo, a pensar solamente en nuestras necesidades y nuestro éxito personal, y comenzar a pensar en las necesidades ajenas. La vida cristiana es un compromiso de ayudar y vivir por el otro, como lo hizo Jesús", finalizó.

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