Arrestan unas 40 prostitutas por mes en las calles

Un automóvil se detiene junto a la vereda. El conductor hace juego de luces y alguien aparece de entre las sombras. Se acerca a la ventanilla. Falda breve, tacos altos, escote pronunciado. Negocian sin eufemismos. La cuestión se resuelve en pocos segundos: si la puerta del acompañante se abre, significa que han llegado a un acuerdo.

Vecinos de distintos puntos de la capital están habituados a esta escena. Y, aunque no estén reguladas como tales, en la jerga de la noche hay sectores que son denominados como "zonas rojas" incluso por la Policía. "La mayoría de los casos se presentan en el cuadrante de San Lorenzo-Crisóstomo Alvarez y Sáenz Peña-Ayacucho. Por lo que notamos, disminuyó la cantidad de oferta de prostitución en la vía pública. De todas formas, nosotros nos enfocamos en aquellos que regentean y se benefician con la explotación de estas personas que se exhiben en la vía pública. Sin embargo, la mayoría trabaja por voluntad propia", dijo el comisario Adrián Alvarez, jefe de la sección Leyes Especiales de la Dirección de Investigaciones. El comisario explicó que, cada mes, la Policía arresta entre 30 y 40 mujeres por este hecho. "Esta cifra es variable. Además, muchas de ellas son reincidentes", aclaró Alvarez.

Aunque el ejercicio de la prostitución no está penado por el Código Penal, la Ley de Contravenciones habilita a la Policía a actuar en determinados casos. "Las prostitutas que se exhiban en las puertas o ventanas de sus casas o recorran las calles deteniendo, llamando o provocando a los transeúntes" pueden ser castigadas con hasta 30 días de arresto o una multa a determinar, reza la legislación.

Los vecinos de las "zonas rojas" tienen opiniones dispares. "No me gusta ver esto en la calle. No sé si estoy ni a favor ni en contra, pero es malo que los niños las vean tan expuestas", contó Isidora Aramayo, quien vive en San Lorenzo primera cuadra. Malena Dabul, que se domicilia a pocos metros de El Bajo, opina distinto, pues protagonizó un hecho singular hace un par de meses. "Iba sola de noche por San Lorenzo y Sáenz Peña cuando un tipo me intentó arrebatar el celular. En el forcejeo caí al suelo. El hombre iba directo hacia mí para pegarme, pero por suerte aparecieron tres travestis y lo sacaron corriendo. Por eso, yo estoy contenta con ellos acá en el barrio", narró la mujer. El trío que salvó a Dabul, desde entonces, siempre se para cerca de su casa.

"Acá hay tres señoras que se paran desde que tengo uso de razón. Siempre pasan a buscarlas. La verdad, mientras no me digan nada, no me molestan", señaló María, una vecina de la zona de La Rioja y San Lorenzo. "Me parecería mejor que exista un lugar apropiado para ellas. Entiendo que esto es algo milenario, pero me atemoriza el submundo de la noche y creo que esto no debería suceder en la calle", aseveró Arturo, un jubilado que vive cerca de el parque 9 de Julio. A Daniela Martínez no le molesta la presencia de prostitutas y travestis en ese barrio. "Nunca se desubicaron conmigo, pero sí hubo un problema una vez con un amigo mío que les hizo una broma. Por suerte, al final no pasó nada", dijo. Y agregó: "de noche, por acá desfilan desde autos viejos hasta camionetas espectaculares".