Obama trató de recuperar la confianza de los estadounidenses en su discurso a la nación

WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, prometió una serie de medidas para estimular el crecimiento del empleo en su país durante su primer discurso sobre el Estado de la Unión, ante una sesión conjunta del Congreso. En un intento por recuperar la iniciativa tras una serie de reveses que obligaron a modificar su agenda, Obama admitió que los estadounidenses sufren una crisis de confianza en su Gobierno, pero al mismo tiempo elogió la fortaleza del pueblo para afrontar los problemas. "Enfrentamos grandes y difíciles desafíos. Y lo que el pueblo estadounidense desea, y lo que se merece, es que demócratas y republicanos superemos nuestras diferencias", dijo.
El discurso sobre el estado de la Nación es cada año un momento clave para todo presidente estadounidense: es hora de reflexionar sobre los éxitos y fracasos del último año y de reunir al país en torno a una agenda para los próximos 12 meses.
Obama se mostró optimista al referirse a la entereza con la que el país se enfrentó a una crisis económica considerada la peor desde la Gran Depresión de los años 30. La tasa de desempleo en Estados Unidos se ubica actualmente en el 10%, su máximo en un cuarto de siglo. Esto contribuyó a la derrota sufrida por los demócratas en la elección de Massachusetts, en la que perdieron un escaño en el Senado.

Suma de elogios
"Por este espíritu, esta gran decencia y gran fortaleza, es que nunca he estado más esperanzado por el futuro de Estados Unidos de lo que estoy hoy", manifestó en un intento por revertir la situación que afronta su Gobierno. Sólo el 28% de los estadounidenses consultados por encuestadores está convencido de que el gobierno "funciona bien" o al menos "okay", mientras que 7 de cada 10 usaron expresiones como "paralizado" o "necesitado de grandes reformas". Muchos, sin embargo, responsabilizan al Congreso por los malos resultados de la gestión de Obama: el 93% cree que el clima político está demasiado polarizado; el 84% lamenta la presión de los "lobbies", y un 30% opina que no se le puso freno a Wall Street.
El presidente dedicó un párrafo importante de su discurso para abordar la reforma del sistema financiero y la del sistema de salud, hasta hace poco su gran prioridad legislativa a la que no ha renunciado, pero cuyo contenido depende ahora de la negociación con los republicanos luego de la derrota de Massachusetts. En educación, uno de los sectores que Obama quiere potenciar durante su mandato, dijo que contempla un aumento del presupuesto del 6,2%. La reforma migratoria, otra de sus promesas electorales que apenas ha tomado forma durante su primer año de mandato, constituye otra de las prioridades para 2010. Quiere que el Congreso presente un plan que permita resolver el futuro de los casi 12 millones de indocumentados que, se calcula, viven en Estados Unidos.

Haití e Irán
En materia de política exterior, Obama volvió a colocar los expedientes nucleares de Irán y de Corea del Norte en el centro de sus prioridades de defensa, sin perder de vista su propuesta de seguir abriendo vías para un mundo sin armas nucleares. Asimismo, el compromiso norteamericano con los damnificados por el terremoto de Haití movió al presidente a invitar al Capitolio a una representación oficial del país caribeño. En la tribuna destinada para la primera dama, Michelle Obama, se encontraban, entre otros, el embajador haitiano en Washington, Raymond Joseph, a quienes prometió un importante apoyo en las tareas de reconstrucción del país más pobre del hemisferio.
Obama viajará desde hoy por varios Estados llevando este mensaje para reconquistar a los estadounidenses. (Especial)