Premio a la paciencia

Premio a la paciencia

Desde que llegó a Atlético, hace 18 meses, Esteban Dei Rossi nunca jugó un partido oficial. "Tiburón" no bajó los brazos, trabajó duro y al fin llegó su chance: será el arquero de los "decanos" en la primera fecha del Clausura, contra San Lorenzo. "Puedo ser titular", se ilusiona el cordobés.

IMPORTANTE. Dei Rossi es uno de los jugadores más queridos del plantel. Un motivador nato. ROLANDO DIAZ/ESPECIAL PARA LA GACETA IMPORTANTE. Dei Rossi es uno de los jugadores más queridos del plantel. Un motivador nato. ROLANDO DIAZ/ESPECIAL PARA LA GACETA

Las luces de los flashes pocas veces captan algún movimiento de él. Su trabajo es más bien en las sombras, en el día a día, no en el momento de la verdad, cuando sólo 11 de sus compadres salen a jugarse el pan de todo el grupo. Por eso, Esteban dei Rossi la tiene clara y espera con paciencia la oportunidad de mostrar sus cualidades bajo los tres palos de Atlético, hoy en poder de su amigo Lucas Ischuk.
Un par de años atrás, en la final del Argentino "A", "San Lucas" terminó siendo el verdugo de "Tiburón" De Rossi, el arquero menos vencido del certamen, que vio consagrarse a los de 25 y Chile en el estadio Monumental.
Con varios destinos a disposición, Dei Rossi priorizó el más complicado y el menos redituable al bolsillo. Se la jugó y aceptó unirse al clan de futbolistas albicelestes que  fueron por el ascenso a la "A".
De ser estrella indiscutida en Racing (Córdoba) pasó a convertirse en el tercer arquero de Atlético. El desafío pudo más y se bancó la parada. "Las ganas de jugar, de crecer, de salir adelante en distintas situaciones es lo que me motiva a seguir adelante", explica algo tímido "Tiburón", un tipo que no sabe lo que es bajar los brazos.
"En el último partido de la 'B' Nacional volví a ser suplente. Ahora, en cambio, soy el segundo arquero y cambiaron mis prioridades. Más allá del lugar que ocupe, siempre me fui tranquilo a casa porque en cada práctica dejo todo de mí; no me guardo nada. Sé que en cualquier momento voy a tener una oportunidad y aseguro que estaré a la altura de las circunstancias", se esperanza el cordobés, que tiene grandes chances de cubrir el vacío de Ischuk -se recupera de una operación- en el arranque del Clausura.
Ojo, "Tibu" conoce bien lo que es atajar en la elite. "A los 20 años debuté con Talleres. Me tocó jugar contra Vélez, le ganamos 2 a 1. También estuve en una Mercosur y fui el tercer arquero en la Conmebol que ganamos", relata sus momentos de gloria el nacido en Villa Dolores, al tiempo que asegura que todavía debe mejorar mucho. "Me considero un arquero cumplidor que nunca baja los brazos. Eso lo aprendí de grandes colegas como Luis Islas, Marcos Gutiérrez, Jorge Ciancaglini, Mario Cuenca y Darío Capogrosso, entre otros compañeros que tuve en los clubes por los que pasé".  

"Mi sol"
Las concentraciones son un tedio algunas veces, aunque hay varias recetas para calmar las aguas cuando el mar de la ansiedad golpea con fuerza. "El mate es un muy compañero, siempre está a tu lado. Por ejemplo, en vez de comerme un alfajor, me tomo un matecito y calmo la ansiedad. Si no, trato de ponerme al día con las noticias por internet. A las cartas las esquivo un poco", sonríe Dei Rossi, antes de dejar a la vista la razón de su existencia: "todo lo que hago es para que a Camila Abril, que el 23 de enero cumplirá cinco años, no le falte nada. Es mi hija, mi sol. Cada vez que tengo el día libre me voy a Córdoba sólo para estar con ella".

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