12 Noviembre 2009
En cuestiones de maquillaje, menos es más. Sobre todo a medida que pasan los años. Mientras las más jóvenes se dan el lujo de llenarse la cara de brillos y colores, las maduras se ven obligadas a ponerle tope al color. A diferencia de la costumbre de muchas señoras de usar un lápiz rojo intenso en la boca, los maquilladores de hoy aconsejan descender en la intensidad del color en los labios y los párpados. Sin embargo, la demarcación de los ojos y las pestañas debe mantenerse firme para encender la mirada, que se apaga con los años . Recomiendan que antes de pintarse se miren al espejo para determinar qué imperfecciones hay que disimular y qué virtudes destacar.
Debe aprovechar la juventud para lucir la lozanía de su piel.
A los 30, los ojos se hacen profundos y se destaca la boca.
Luego de los 40 hay bajar la intensidad de los colores.
A los 50 hay que buscar una base que cubra imperfecciones.
Después de los 60 hay que evitar los cosméticos en polvo.
Debe aprovechar la juventud para lucir la lozanía de su piel.
A los 30, los ojos se hacen profundos y se destaca la boca.
Luego de los 40 hay bajar la intensidad de los colores.
A los 50 hay que buscar una base que cubra imperfecciones.
Después de los 60 hay que evitar los cosméticos en polvo.
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