Mataron a un oficial y a un sobrino del gobernante de facto

TEGUCIGALPA.- Un sobrino del gobernante de facto hondureño Roberto Micheletti y un alto oficial de las Fuerzas Armadas fueron asesinados en hechos separados. La Policía investiga ambos casos como hechos delictivos comunes que, no obstante, adquirieron trascendencia debido a la crisis política que vive Honduras.
El cuerpo de Enzo Micheletti, hijo de un hermano ya fallecido del gobernante, fue hallado ayer con varios disparos en el cuerpo en la norteña ciudad de San Pedro Sula, a unos 280 kilómetros de Tegucigalpa. Otra persona que lo acompañaba también se hallaba muerta a su lado. Los dos jóvenes, que habían desaparecido el viernes, se hallaban con las manos atadas hacia atrás. "Se trató de una ejecución" dijo un jefe policial.
Por otra parte, el coronel Concepción Jiménez, jefe de Industrias Militares (Indumil), fue asesinado el domingo a la noche de varios disparos por desconocidos que se conducían en un taxi. Jiménez iba con su esposa cuando fue atacado al llegar a su residencia, en las afueras de Tegucigalpa. Indumil es una empresa privada bajo control de las Fuerzas Armadas que se dedica a confeccionar uniformes y otros materiales para los militares.

Señales
Las dos muertes ocurren una semana después de que el mandatario de Nicaragua, Daniel Ortega, anunció en Cochabamba, Bolivia, que miembros de la resistencia hondureña se movilizaban por países centroamericanos buscando armas y campos de entrenamiento a fin de combatir al gobierno de facto de Micheletti. Además, los hechos ocurrieron luego de que los simpatizantes del presidente Manuel Zelaya, derrocado el 28 de junio, advirtieron que si Zelaya no es restituido en el cargo podría estallar la guerra civil.
Pese a todo, Micheletti dijo que nada detendrá el proceso electoral puesto en marcha con vistas a noviembre, luego de que fracasó la mesa de diálogo propiciada por la OEA.

Una campaña a todo vapor
Debates televisivos, carteles en las calles y promesas de acabar con la pobreza son postales de una campaña electoral en Honduras que marcha a todo vapor, desafiando cuestionamientos internacionales sobre su legitimidad después del golpe de Estado que dividió al país. Las elecciones generales del 29 de noviembre son vistas por el Gobierno de facto como la salida a la crisis abierta desde que el presidente Manuel Zelaya fue sacado del poder por militares.
Haciendo oídos sordos a las advertencias de la OEA y del Centro Carter, que han puesto en duda que estén dadas las condiciones para una votación justa, Micheletti ha dicho que sólo una invasión podría detener los comicios. El candidato que lidera las encuestas, el nacionalista Porfirio Lobo, un empresario agrícola de 61 años, va por su segunda postulación presidencial. Segundo en los sondeos de intención de voto figura el liberal Elvin Santos. (Reuters-DPA)