El tratamiento del consumidor de drogas no se debe limitar a lograr que deje la sustancia, sino que los estudios también deben centrarse en los daños que la droga pude haberle causado en el organismo y no sólo en el cerebro. Esta es la opinión del secretario de Prevención y Asistencia de las Adicciones de la provincia, Alfredo Miroli, y de la subsecretaria de la Sedronar, Norma Vallejo.
"Ante un proyecto de legalización de la plantación, nosotros decimos: cuidado. Si un paciente puede plantar en su casa, va a seguir intoxicándose. El 33 % de los argentinos que consume marihuana lo hacen todos los días", afirmó el funcionario. Miroli calificó como correcto el fallo por el cual la Corte Suprema de Justicia de la Nación. "Un juez sobreactuó y le puso una condena a personas que consumían en el ámbito privado. La ley dice que la tenencia es investigable, pero que si es para consumo y es escasa, no tiene pena. Por eso, el fallo de la Corte es correcto. Lo peligroso es la exhortación final. Porque los jueces no se quedaron con el fallo, sino que llamaron a modificar artículos de la ley, como que se puede plantar si es para consumo personal", explicó. "Una de las funciones del sistema inmune es reconocer que una célula cambió sus genes. Esto se llama mutación. Si se deja crecer una célula mutada puede aparecer un cáncer. Una parte muy fina de este sistema se dedica a eliminar las células que mutan. Está formado por cuatro células llamadas natural killers (asesinas naturales); tres de ellas matan y una hace lo opuesto; se llama natural killer de tolerancia. Lo que hemos visto en el estudio es que el consumo sostenido de marihuana activa las células de tolerancia y voltea severamente las natural killers que tienen que matar", explicó.
Peligrosidad
Vallejo destacó que las plantas de marihuana que actualmente se comercializan están modificadas genéticamente. Mientras que en la década del 60 tenían un 0,2 % de producto adictivo y tóxico, actualmente esta concentración llega al 20 %. "La concentración de sustancias cancerígenas es de un 50 % a un 100 % más alta que en el tabaco. El consumo sostenido de esta droga genera una mayor probabilidad de contraer cáncer de pulmón, de boca, de mandíbula y de laringe, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y psicosis. Además, generalmente puede llevar al consumo de otras drogas", explicó Vallejo.
Más adictiva
Según Ramón Granero, el abuso de marihuana presenta otro agravante en la actualidad: la sustancia que se consume hoy tiene tres o cuatro veces más de tetra hydrocannabinol que la que llegaba desde Paraguay hace dos o tres décadas. "El porro que se fuma un chico hoy es como fumarse tres de hace 20 años", precisó. Aclaró que esta droga es seis veces más adictiva que el tabaco y 10 veces más cancerígena.