15 Septiembre 2009
VINCULO ESTRECHO. Davin y Del Potro tienen una relación muy buena y eso se nota en los resultados. FOTO TOMADA DE TENISCOM.COM/REUTERS
BUENOS AIRES.- En la coronación de ayer, luego de haber obtenido el US Open, Juan Martín Del Potro no se olvidó de su entrenador: "se lo dedico a mi equipo y a mi familia", expresó el tandilense para recordar a Franco Davin, con quien trabaja desde 2008. El ex tenista tiene una destacada carrera como adiestrador. Su último gran logro fue con Gastón Gaudio, cuando ganó Roland Garrosen 2004.
El diario digital Ambito.com publicó que el hombre, nacido en la localidad bonaerense de Pehuajó, se dedicó profesionalmente al tenis entre las décadas del 80 y del 90. En este período consiguió tres título: Saint-Vincent en 1989, Palermo en 1990 y Bucarest cuatro años más tarde. A causa de una serie de lesiones, se alejó de la actividad y comenzó a trabajar como preparador.
En este rol obtuvo torneos challengers en Lima, en Montevideo, en Sao Paulo, en Buenos Aires, en Prostejov y en Lugano, con el santafecino Guillermo Coria. Su primer gran paso lo dio con Gaudio, al ganar cuatro títulos ATP (Viña del Mar, Kitzbuhel, Buenos Aires y Gstaad), además del Abierto francés. También se desempeñó como capitán del equipo argentino de Copa Davis y logró un ascenso al Grupo Mundial.
La vida lo llevó a conocer a Del Potro, con quien arribó a la segunda final de un Gran Slam. La de ayer tuvo un final feliz, ya que venció al número uno del mundo, Roger Federer, quien llevaba 41 partidos invicto en Nueva York. Sin dudas, Davin tiene un espíritu ganador que sabe transmitir a sus dirigidos, en un deporte individualista, donde las relaciones entre jugadores y entrenadores no suelen ser saludables. (Especial)
El diario digital Ambito.com publicó que el hombre, nacido en la localidad bonaerense de Pehuajó, se dedicó profesionalmente al tenis entre las décadas del 80 y del 90. En este período consiguió tres título: Saint-Vincent en 1989, Palermo en 1990 y Bucarest cuatro años más tarde. A causa de una serie de lesiones, se alejó de la actividad y comenzó a trabajar como preparador.
En este rol obtuvo torneos challengers en Lima, en Montevideo, en Sao Paulo, en Buenos Aires, en Prostejov y en Lugano, con el santafecino Guillermo Coria. Su primer gran paso lo dio con Gaudio, al ganar cuatro títulos ATP (Viña del Mar, Kitzbuhel, Buenos Aires y Gstaad), además del Abierto francés. También se desempeñó como capitán del equipo argentino de Copa Davis y logró un ascenso al Grupo Mundial.
La vida lo llevó a conocer a Del Potro, con quien arribó a la segunda final de un Gran Slam. La de ayer tuvo un final feliz, ya que venció al número uno del mundo, Roger Federer, quien llevaba 41 partidos invicto en Nueva York. Sin dudas, Davin tiene un espíritu ganador que sabe transmitir a sus dirigidos, en un deporte individualista, donde las relaciones entre jugadores y entrenadores no suelen ser saludables. (Especial)
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