11 Marzo 2003 Seguir en 
BUENOS AIRES.- El Ministerio de Economía prorrogó ayer por 90 días hábiles el plazo del denominado Canje II, que habilita a los ahorristas a cambiar Certificados de Depósitos Reprogramados (Cedro) por Bonos Optativos del Estado Nacional (Boden) 2013 -en dólares estadounidenses-, según se informó ayer oficialmente. La resolución será publicada hoy en el Boletín Oficial de la Nación.
El plazo original vencía mañana y el Gobierno decidió extender esta posibilidad por un período que excede su mandato, de acuerdo con la información que divulgó la oficina de prensa.
El ministro de Economía, Roberto Lavagna, decidió mantener esta posibilidad como una alternativa para los ahorristas, pese a que la semana pasada la Corte Suprema ordenó la redolarización de un depósito bancario.
Para sumarles un mayor incentivo a los Boden, Lavagna adelantó que estudia la posibilidad de permitir nuevamente la compra de automóviles y bienes de capital con estos títulos.
De esta manera se volvería a emplear este mecanismo para estimular la actividad de la industria automotriz. El sector vendió con Boden, entre setiembre y octubre de 2002, entre 12.000 y 15.000 unidades, mientras que en febrero último sólo comerció 6.000 automóviles.
La medida fue adoptada a través de la resolución 146 y, según sostiene un comunicado de prensa, el propósito es garantizar la adecuada defensa del interés económico general y particularmente el de la totalidad de los depositantes. La nueva extensión del régimen de los Boden, cuyo vencimiento operaba mañana, tiene un motivo: la apuesta es que no pocos ahorristas que siguen acorralados se inclinarán por una opción segura y conocida. Pero Lavagna habría dejado en claro que la iniciativa podría ponerse en marcha sólo si existe margen en el ámbito fiscal y monetario.
El problema es la incertidumbre generada por el fallo de la Corte Suprema, que redolarizó un depósito de la provincia de San Luis. La decisión llevó a los bancos a promover la imposición a los ahorristas de un bono compulsivo o una nueva reprogramación de los depósitos.
Las alternativas
Un ahorrista que en noviembre de 2001 tenía un depósito bancario por U$S 30.000 y debió pasar por el corralito, la pesificación -que lo dejó con $ 42.000- y el corralón, tiene varias opciones:
a) Acudir a la Justicia y solicitar el reintegro de sus dólares, o el equivalente en pesos al tipo de cambio libre. A $ 3,20 vendedor, su reclamo sería por $ 96.000, pero tras los varios meses de litigar, los honorarios del abogado y otros costos, obtendrá cerca de $ 85.000 y, casi con certeza, en seis o más cuotas.
b) Mantenerse como hasta ahora, con su depósito reprogramado. Comenzará a cobrar la primera de las 24 cuotas en setiembre próximo. Recibirá $ 1.750 por mes de capital, hasta llegar a los $ 42.000, más la indexación por el CER y un interés anual del 2%. (DyN-Especial)
El plazo original vencía mañana y el Gobierno decidió extender esta posibilidad por un período que excede su mandato, de acuerdo con la información que divulgó la oficina de prensa.
El ministro de Economía, Roberto Lavagna, decidió mantener esta posibilidad como una alternativa para los ahorristas, pese a que la semana pasada la Corte Suprema ordenó la redolarización de un depósito bancario.
Para sumarles un mayor incentivo a los Boden, Lavagna adelantó que estudia la posibilidad de permitir nuevamente la compra de automóviles y bienes de capital con estos títulos.
De esta manera se volvería a emplear este mecanismo para estimular la actividad de la industria automotriz. El sector vendió con Boden, entre setiembre y octubre de 2002, entre 12.000 y 15.000 unidades, mientras que en febrero último sólo comerció 6.000 automóviles.
La medida fue adoptada a través de la resolución 146 y, según sostiene un comunicado de prensa, el propósito es garantizar la adecuada defensa del interés económico general y particularmente el de la totalidad de los depositantes. La nueva extensión del régimen de los Boden, cuyo vencimiento operaba mañana, tiene un motivo: la apuesta es que no pocos ahorristas que siguen acorralados se inclinarán por una opción segura y conocida. Pero Lavagna habría dejado en claro que la iniciativa podría ponerse en marcha sólo si existe margen en el ámbito fiscal y monetario.
El problema es la incertidumbre generada por el fallo de la Corte Suprema, que redolarizó un depósito de la provincia de San Luis. La decisión llevó a los bancos a promover la imposición a los ahorristas de un bono compulsivo o una nueva reprogramación de los depósitos.
Las alternativas
Un ahorrista que en noviembre de 2001 tenía un depósito bancario por U$S 30.000 y debió pasar por el corralito, la pesificación -que lo dejó con $ 42.000- y el corralón, tiene varias opciones:
a) Acudir a la Justicia y solicitar el reintegro de sus dólares, o el equivalente en pesos al tipo de cambio libre. A $ 3,20 vendedor, su reclamo sería por $ 96.000, pero tras los varios meses de litigar, los honorarios del abogado y otros costos, obtendrá cerca de $ 85.000 y, casi con certeza, en seis o más cuotas.
b) Mantenerse como hasta ahora, con su depósito reprogramado. Comenzará a cobrar la primera de las 24 cuotas en setiembre próximo. Recibirá $ 1.750 por mes de capital, hasta llegar a los $ 42.000, más la indexación por el CER y un interés anual del 2%. (DyN-Especial)
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