El cabernet sauvignon vallisto es el más parecido al francés

El público estaba sentado en sillas blancas y, con insistencia, los ojos de todos se posaban en las cinco botellas que había sobre una mesa. Eran una invitación a un viaje misterioso. Las etiquetas estaban tapadas y el único dato preciso que todos compartían era que contenían vino cabernet sauvignon, pero de distintos orígenes. El desafío era descubrir si este varietal puede ser considerado como un argentino típico.
Esto es lo que ocurrió en una de las degustaciones periódicas que realiza La Vinería (Mate de Luna 1.445) y que fue dirigida por Mike Taylor, director del Grupo de Altos Estudios y Degustación de Vinos (GEDV Brasil-Argentina) y del Forum Vino Gourmet. La modalidad de este encuentro es conocida como degustación a ciegas y permitió sumergirse en los orígenes de esta uva.
"Siempre que pensamos en la uva blanca emblemática de Argentina decimos torrontés y, si es tinta, malbec. Pero ¿será que el cabernet sauvignon argentino puede hacerle frente a sus colegas del mundo?", se preguntó Taylor ante la consulta de LA GACETA.
Para comenzar a describirlo hay que remontarse al pasado. Gracias a pruebas de ADN, se descubrió que muchos de los grandes vinos actuales se originaron a partir de mutaciones entre diferentes cepas. Los progenitores del cabernet sauvignon son el cabernet franc, una uva tinta, y el sauvignon blanc, una blanca.
Para poder definir la tipicidad (características esperables) del cabernet sauvignon, primero hay que describir la de las dos cepas que le dan origen. "El cabernet franc tiene color y taninos poderosos. Tiene notas de frutos rojos intensos, como ciruelas, arándanos y cassis. Pero también posee características vegetales que remiten a hojas amasadas y a especies pimentadas", explica Taylor. El sauvignon blanc presenta aromas cítricos impactantes y a frutas tropicales, como la guayaba blanca y el mango verde. Entre los vegetales, se destaca la ruda.
De todos modos, esto no alcanza para definir la tipicidad del cabernet sauvignon, porque hay que analizar el terroir. "Es un concepto francés que remite a una suma de factores: el clima, el suelo, las tradiciones y al enólogo", aclara Taylor. El terroir de referencia para este vino es Bordeaux, en Francia.
Al ser tan versátil, el cabernet sauvignon se adapta en muchos lugares del mundo, como Estados Unidos, Chile, Australia y Argentina. Taylor sostiene que es en los Valles Calchaquíes donde se podría encontrar el cabernet sauvignon más parecido al de Bordeaux. "En la zona de Cuyo, en muchos casos, se puede presentar con fruta delicada y taninos suaves. En los Valles Calchaquíes, quizás por la proximidad de los cultivos de pimientos rojos de la región, los vinos elegantes presentan una tipicidad equivalente a la de algunos terroirs de Bordeaux", afirma el experto.

Elección
La experiencia de la degustación a ciegas en La Vinería reforzó los conceptos de Taylor. Los participantes probaron el Algarrobo Grande 2006, de Rivadavia, Mendoza; el Tierra de Ponte Privado 2006, del Valle de Tulum, en San Juan; el Santa Julia Reserva 2006, del  Valle de Uco, en Mendoza; el Perfumes de Yocavil 2006, de Santa María, Catamarca; y el Ruca Malen 2005, de Luján de Cuyo, en Mendoza. Después de analizarlos a ciegas eligieron como el más típico el Perfumes de Yocavil. Esto da la pauta de que, para este fin de semana, un cabernet sauvignon vallisto puede ser una opción excelente.