Los fines de semana corren una verdadera maratón, y así van construyendo sus carreras, corriendo de una sala a otra, saliendo de una obra para ingresar a otra, incursionando en escenarios distintos, y a veces, haciendo de villano para, dos horas más tarde, interpretar a un héroe. Son teatristas todo terreno.
Es lo que les sucede a Noé Andrade y a Daniel Iván Cabot, por ejemplo: los sábados actúan a las 19 en "Periplo-cartas al infinito", donde realizan, por las características de la obra, un gran esfuerzo físico. A las 20.30 abandonan presurosos la sala de San Luis 836 y en minutos se están preparando en el teatro San Martín para entrar en el escenario de "La ópera de dos centavos". Andrade repite la rutina el domingo: actúa a las 18 en "Papel, papel", y a las 20 ya tiene que estar en el San Martín para la reposición de la obra de Bertolt Brecht. No son los únicos, por supuesto. También Nelson Alfonso actúa en "La trama secreta del Congreso" todos los días a las 19, en la Casa Histórica. Pero a las 20 tiene que estar en el coliseo de avenida Sarmiento y Muñecas, porque también integra el elenco de "La ópera de dos centavos". Aunque no en el mismo día, pero sí sábados y domingos, Facundo Vega Ancheta ("Periplo-cartas al infinito" y "Papel, papel") y Marisol Méndez ("Faros de color" y "Coser para afuera, un oficio de alto riesgo"), interpretan personajes diferentes en distintas obras.
Un rally
"El año pasado comenzó este rally", cuenta Cabot, recordando que tenía función del Estable, en la obra "Esperando a Godot" (dirigida por Manuel Maccarini), y luego a la medianoche comenzaba su periplo por cartas al infinito. "Ambas propuestas eran muy intensas, tanto físicamente como en la atención que requerían esos trabajos en escena. Y este año fue igual durante la puesta de "El casamiento", dirigida por Norah Castaldo".
De todos modos, el "Loro" no se queja, porque asegura que disfruta mucho con la actuación, pero también con los preparativos para estar en escena. Y cuando se le pregunta si alguna vez hizo o dijo cosas de una obra en la otra, responde que no: " nunca me pasó esto de confundirme. Cada propuesta es un universo particular y requiere de uno distintos modos de trabajar, de colocar el cuerpo y la voz; de relacionarse con los compañeros; son diferentes acordes, y eso hace que no se mezclen los roles de las diferentes obras", asegura.
-¿Cómo te preparás?
- Durante la semana se hace el trabajo preparatorio. Este año modifiqué mi alimentación. Sigo una dieta para estar saludable y con buen rendimiento. Y además entreno con un sistema de plataforma vibratoria y pilates tres veces a la semana, además de los entrenamientos y ensayos con mi grupo. Los fines de semana prácticamente ya no tengo salidas con mis amigos a bailar y cosas que hacía antes. Mis fines de semana se inician los lunes, pero justo debo ensayar y empezar con los entrenamientos. No mezclo las propuestas, pero sí descubro en mi desempeño que finalmente una enriquece a la otra. Uno se prepara, cambia hábitos y se esfuerza para poder ser otro en el escenario.