Saltan de una obra de teatro a otra, y recorren distintos escenarios en el espacio de pocas horas; pueden ser, el mismo día, héroes y villanos, e interpretan disímiles roles. Como en una verdadera maratón, algunos actores corren de un trabajo a otro. "Los fines de semana hago cinco funciones, pero además, en dos de ellas, soy la directora", cuenta Noé Andrade, que dispara entre la sala La Gloriosa y el teatro San Martín viernes, sábados y domingo. Algo similar le ocurre a Daniel Iván Cabot, que, aunque no se queja, admite que ya no sale los fines de semana. Y Nelson Alfonso confiesa que en el trajín, alguna vez tenía que vestir como granjero y apareció como rey.