Abrigos de telar, con las enseñanzas de la abuela

Su abuela, que vive en los Valles Calchaquíes le enseñó a procesar y a teñir la lana con la que después realiza abrigos, en telar, con dos agujas o al crochet. Laura Escobar, de 48 años, es nacida en Amaicha del Valle pero vive en San Miguel de Tucumán y, como se crió entre telares, conoce las técnicas ancestrales y totalmente naturales que usaban los diaguitas. "Las aprendí de mi familia, que es de origen indígena. Son técnicas que fueron pasando de generación en generación y que, ahora, las enseño en talleres culturales", afirma Escobar.
Aunque vive en la ciudad son parte de su rutina la recolección de cáscara de nuez, resina de árboles, jarilla y otros productos de los valles que utiliza para teñir la lana de oveja o de llama.
Hago pulóveres, ruanas, chales, capas, gorras, guantes, medias y otros para vender a turistas, principalmente en los valles. Son diseños tradicionales decorados con iconografía característica de animales de la zona", cuenta la artesana.
Su trabajo comienza con el teñido de lana (en un día puede teñir hasta 10 kilos) y luego inicia el tejido. Hacer una ruana en telar, con diseños, y peinado con cardos le demanda 10 días (cuesta $250) y un pulóver tejido a mano, dos ($150).