26 Julio 2009 Seguir en 
El arco político reunido en Unión PRO-Federal consideró que sólo con la implementación de políticas de Estado consensuadas entre opositores y oficialistas se podrá dar respuesta a los reclamos sociales. En ese contexto, el referente del peronismo disidente, Fernando Juri, priorizó el ataque coyuntural contra la desocupación, aunque reivindicó a la educación como eje central de toda acción pública.
"La gran deuda social es generar empleo. Si se lo logra, también se estará atendiendo a la pobreza, a la seguridad y a la salud, que constituyen reclamos legítimos de la ciudadanía. Hay que impulsar una fuerte reactivación económica con subsidios y reducción de la presión fiscal. Más allá de la importancia que pueden tener los temas electorales, el diálogo debe estar acorde a los tiempos y ser aprovechado para poner a la política al servicio de los intereses de la gente", dijo.
La senadora nacional Delia Pinchetti de Sierra Morales destacó su coincidencia con el planteo del obispo de Concepción, José María Rossi, acerca del crecimiento del número de pobres. "No es sólo carecer de comida o vestido, sino de oportunidades. La pobreza es una afrenta social, y nadie puede disminuirla en soledad", remarcó.
"No creo que se pueda adjudicar un orden de prelación; los temas están relacionados y son causa y consecuencia unos de otros. Apuesto por una lucha conjunta en búsqueda de la calidad institucional, con mayor diálogo político y menor ideologización, ya que es el mayor débito de las actuales gestiones y lo que más se ha degradado", sostuvo Raúl Topa. El ex vicegobernador consideró que los imprescindibles paliativos que se vayan arbitrando serán insuficientes si no se trabaja para solucionar los problemas de fondo con planes sustentables en reemplazo del clientelismo perverso.
El presidente de Recrear, Ernesto Padilla, destacó la importancia de jerarquizar la calidad institucional pero optó por la pobreza como principal tema. "Es urgente porque responde a un modo de gestión de neto corte populista, que la utiliza para retener el poder generando la dependencia del pobre e indefenso con el Estado, lo que le resta libertad", denunció.
"La gran deuda social es generar empleo. Si se lo logra, también se estará atendiendo a la pobreza, a la seguridad y a la salud, que constituyen reclamos legítimos de la ciudadanía. Hay que impulsar una fuerte reactivación económica con subsidios y reducción de la presión fiscal. Más allá de la importancia que pueden tener los temas electorales, el diálogo debe estar acorde a los tiempos y ser aprovechado para poner a la política al servicio de los intereses de la gente", dijo.
La senadora nacional Delia Pinchetti de Sierra Morales destacó su coincidencia con el planteo del obispo de Concepción, José María Rossi, acerca del crecimiento del número de pobres. "No es sólo carecer de comida o vestido, sino de oportunidades. La pobreza es una afrenta social, y nadie puede disminuirla en soledad", remarcó.
"No creo que se pueda adjudicar un orden de prelación; los temas están relacionados y son causa y consecuencia unos de otros. Apuesto por una lucha conjunta en búsqueda de la calidad institucional, con mayor diálogo político y menor ideologización, ya que es el mayor débito de las actuales gestiones y lo que más se ha degradado", sostuvo Raúl Topa. El ex vicegobernador consideró que los imprescindibles paliativos que se vayan arbitrando serán insuficientes si no se trabaja para solucionar los problemas de fondo con planes sustentables en reemplazo del clientelismo perverso.
El presidente de Recrear, Ernesto Padilla, destacó la importancia de jerarquizar la calidad institucional pero optó por la pobreza como principal tema. "Es urgente porque responde a un modo de gestión de neto corte populista, que la utiliza para retener el poder generando la dependencia del pobre e indefenso con el Estado, lo que le resta libertad", denunció.
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