26 Julio 2009 Seguir en 
Dentro del Acuerdo Cívico y Social (ACS) pujan distintas interpretaciones sobre la principal agenda pública, aunque hay coincidencia acerca de que se deben atender especialmente los reclamos sociales.
El legislador radical José Cano centró su planteo en que solo con calidad institucional y con poderes independientes se podrá construir un país de iguales. "Los países que crecen son los que tienen instituciones fuertes que fijan políticas públicas de Estado y que definen el rumbo a seguir", sostuvo, y reclamó que se garantice la seguridad jurídica y la estabilidad económica. "Las prioridades, sin duda, son la gente y el bien común", aseveró el senador nacional electo, en forma general.
Los referentes del Partido Socialista y de la Democracia Cristiana, Rodolfo Succar y José Páez, respectivamente, ubicaron a la lucha contra la pobreza en el primer lugar de la lista de urgencias.
"Debemos abordar la implementación de verdaderas políticas para la inclusión social, porque la pobreza no tiene que ver únicamente con los ingresos, sino que se relaciona con el deterioro de la condición humana en nutrición; salud; educación; responsabilidad y conciencia histórica; sentido de pertenencia colectiva y adscripción a las normas que hacen posible la convivencia", afirmó Succar, que instaló a la seguridad en el segundo peldaño de la grilla.
El socialista defendió el nuevo diálogo generado entre el Gobierno y la sociedad a través de sus organizaciones, para lo cual sería fundamental crear el Consejo Económico, Social y Político (proyecto de ley de su autoría cuando fue legislador).
Páez compartió las dos preferencias de Succar, aunque agregó el respeto a la Justicia y el mejoramiento en la situación de los jubilados a la lista de temas propuestos. "La calidad institucional y el diálogo político pueden llevarse a cabo sin asignación de recursos, porque basta con la voluntad del Gobierno. Los otros asuntos requieren aportes económicos y humanos importantes y a veces se excluyen entre sí por este motivo. Los niveles de pobreza y de indigencia son graves y debe realizarse una acción fuerte e inmediata", dijo.
El legislador radical José Cano centró su planteo en que solo con calidad institucional y con poderes independientes se podrá construir un país de iguales. "Los países que crecen son los que tienen instituciones fuertes que fijan políticas públicas de Estado y que definen el rumbo a seguir", sostuvo, y reclamó que se garantice la seguridad jurídica y la estabilidad económica. "Las prioridades, sin duda, son la gente y el bien común", aseveró el senador nacional electo, en forma general.
Los referentes del Partido Socialista y de la Democracia Cristiana, Rodolfo Succar y José Páez, respectivamente, ubicaron a la lucha contra la pobreza en el primer lugar de la lista de urgencias.
"Debemos abordar la implementación de verdaderas políticas para la inclusión social, porque la pobreza no tiene que ver únicamente con los ingresos, sino que se relaciona con el deterioro de la condición humana en nutrición; salud; educación; responsabilidad y conciencia histórica; sentido de pertenencia colectiva y adscripción a las normas que hacen posible la convivencia", afirmó Succar, que instaló a la seguridad en el segundo peldaño de la grilla.
El socialista defendió el nuevo diálogo generado entre el Gobierno y la sociedad a través de sus organizaciones, para lo cual sería fundamental crear el Consejo Económico, Social y Político (proyecto de ley de su autoría cuando fue legislador).
Páez compartió las dos preferencias de Succar, aunque agregó el respeto a la Justicia y el mejoramiento en la situación de los jubilados a la lista de temas propuestos. "La calidad institucional y el diálogo político pueden llevarse a cabo sin asignación de recursos, porque basta con la voluntad del Gobierno. Los otros asuntos requieren aportes económicos y humanos importantes y a veces se excluyen entre sí por este motivo. Los niveles de pobreza y de indigencia son graves y debe realizarse una acción fuerte e inmediata", dijo.
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