"La bandera debe flamear a la luz del sol, a la vista de todos"

Ayer, en El Infiernillo, se vivió un clima de emoción. Sucede cada 20 de Junio, cuando la bandera que había estado flameando durante todo el año en el punto más alto del territorio provincial es arriada para cambiarla por una nueva, en presencia de alumnos de las escuelas de la zona, de funcionarios provinciales y de alumnos y autoridades del Liceo Militar Gregorio Aráoz de La Madrid.  
Pero esta vez hubo una carga emotiva especial: la enseña patria con el sol en el medio fue izada a media asta, en señal de duelo provincial por tres días, por la muerte del diputado nacional José Ignacio García Hamilton. Ese acto fue presidido, entre otras autoridades,  por el vicegobernador, Juan Luis Manzur, quien fue acompañado por los legisladores Regino Amado y José Teri.
El destino de las banderas que bajan de El Infiernillo -como la que bajó ayer- es siempre el mismo: se guardan sus hilachas en un pequeño cofre. Hay que recordar que esa enseña ha estado expuesta al viento, a 3.040 metros de altura, los 365 días del año.
Desde 1985 hay una ley que dispone el libre uso de la bandera de guerra, que es la que tiene inscripto el sol en el medio. Antes, esa enseña estaba reservada a uso militar.
Las reglas de protocolo indican que hay dos tipos de banderas: las de izar y las de ceremonia (son las que se usan en las escuelas). Las mismas normas dicen que la bandera de izar no se lava, no se plancha, no se dobla; y que no debe tocar el piso.

Acto ritual  
En el caso de las banderas de izar, cuando hay que cambiarlas, la mayoría de esas enseñas son incineradas en un acto ritual, ante testigos. Ese ritual tiene el sentido de anular el carácter emblemático que la enseña tuvo hasta entonces para determinado grupo social.
En cuanto a la enseña de ceremonia, esta es guardada en un cofre, con una tarjeta o placa que informan cuándo se estrenó y cuál fue la fecha de baja.
"La bandera se iza al salir el sol y debe ser arriada al ponerse el sol. No debe quedar izada por la noche. Debe flamear a la luz del sol, y a la vista de todos", afirmó Luis Yanicelli, presidente de la filial Tucumán del Instituto Belgraniano.
"La bandera siempre está indicando la jornada diaria. Es un distintivo atávico del hombre, que indica la actividad del grupo. De ahí que se la iza por la mañana temprano y se la baja por la tarde. Estamos respetando prácticas de los tiempos en los que no existía la luz eléctrica", afirmó Yanicelli.