Las fechas patrias han sido siempre un especie de termómetro de patriotismo. Y en el caso de la Bandera, cuyos colores suelen brillar más el 20 de Junio, se manifiesta en algunas costumbres todavía vigentes como colgar desde ventanas, dinteles o terrazas de las viviendas, el paño celeste y blanco. Pareciera que en las casas donde hay abuelos esta costumbre sigue cultivándose como hace muchos años.
Marisa Giroto ha seguido la tradición familiar. "Mi esposo comenzó con esta práctica y siempre la hemos respetado. No hacemos honor ni a un equipo de fútbol ni a ningún partido político, sino a nuestra patria", afirma. Marisa opina que no sólo la escuela debe incentivar en los chicos el patriotismo, sino también la familia. "Un chico que crece con estos ejemplos tiene más posibilidades de ser mejor ciudadano", asegura. Sin embargo, observa que en el barrio donde vive -El Mirador- no hay más que cinco o seis casas con banderas. Y opina: "ojalá los matrimonios jóvenes pudieran recuperar estas prácticas".
Pero hay matices. "La gente del interior es muy respetuosa -casi de solemnidad- de las fechas patrias; a veces no puede comprar una bandera, pero muchos padres se preocupan para comprarles una escarapela o una banderita a sus hijos", cuenta la docente Mónica Yafar, que enseña en El Chañar. "Más de 80 chicos hicieron su promesa a la Bandera, y la escuela se llenó de padres muy emocionados y participativos", relata.
En el Barrio Viajantes, en Yerba Buena, numerosas casas permanecen adornadas desde antes del 25 de Mayo. Sin embargo, en barrios populosos como Villa Alem o Juan XXIII, las banderas están ausentes, "a excepción de cuando ganó Atlético", dijo Martina Mónica Juárez, vecina de 9 de Julio al 1300.
A propósito, los locales de venta de banderas y telas para confeccionarlas coinciden en que han vendido más género celeste y blanco que en años anteriores. Pero que lo que movió las ventas fue el triunfo de Atlético, "porque el grueso de las ventas se dio el 13 de junio", según observó un empleado de una tienda de Mendoza y Muñecas.
Los ambulantes también se lamentaron. "Sólo compraron docentes y alumnos que tenían actos escolares", dijo Fabián Corbella.
Ese olvido patrio se manifiesta también en el cambio de las fechas de feriados, opinó Miguel Angel González Fidani, de la Red de Integración y Derechos Humanos (AIDI). "Al no respetar los feriados nacionales instituidos por ley del Congreso, con tal de priorizar beneficios económicos que brinda el turismo, estamos olvidando nuestra historia, nuestra cultura, nuestras raíces, nuestra identidad, nuestra patria, concluyó.