En Los Pizarro aseguran que Vera no descansará hasta terminar su venganza

En Los Pizarro aseguran que Vera no descansará hasta terminar su venganza

Hace dos años, el delincuente aprovechó un permiso judicial, huyó de la cárcel, regresó a su casa y asesinó a su esposa y a dos de sus hijos. A pesar de que se hicieron operativos, nadie sabe dónde está oculto el homicida. Había sido condenado por violación.

CUSTODIA PERMANENTE. Jorgelina Vera habla con LA GACETA mientras una agente de policía la observa. LA GACETA / OSVALDO RIPOLL CUSTODIA PERMANENTE. Jorgelina Vera habla con LA GACETA mientras una agente de policía la observa. LA GACETA / OSVALDO RIPOLL
13 Junio 2009
CONCEPCION.- Los vecinos de Los Pizarro, en La Cocha, están condenados a vivir en la zozobra. El miedo convive con ellos y recrudece cada tanto, ante la aparición de algún rumor. Es que el triple homicida Jorge Orlando Vera continúa prófugo y la Policía no tiene hasta ahora pistas firmes que permitan su detención. Para los habitantes de la zona, Vera es como un fantasma con sed de venganza. El hombre no aparece a pesar de que el Ministerio del Interior de la Nación  ofreció una recompensa de $100.000 para  aquellos que brinden datos que permitan su captura. “No se lo busca  como corresponde. Lo grave es que puede cometer una masacre como la anterior. Ya demostró de lo que es capaz” advirtió Angela de Vera, cuñada del temible delincuente.
Hoy se cumplen dos años desde aquella noche del 13 de junio de 2007 cuando el prófugo asesinó en ese pueblo a su esposa Olga Zamudio y sus hijos Jorge Luis, de18 años, y Gustavo Antonio Vera, de 22.

Salió y no regresó

El hecho conmocionó la provincia. El homicida, conocido como “El loco”, cumplía en la cárcel de esta ciudad una condena por haber violado a dos de sus hijas. El 9 de junio salió con un permiso judicial de 48 horas y no regresó. El miércoles 13 de junio desató su ira en su propia casa, a la que tenía prohibido acercarse por orden de la Justicia, a raíz de que su esposa había denunciado que la había amenazado. “El loco” cumplió su venganza: “voy a matar a todos los que declararon en mi contra y que me mandaron a la cárcel”, asegura su cuñada que decía Vera. La mujer se vio obligada a trasladarse a otra casa por el temor a que regresara el asesino. Antes vivía a la par de la vivienda del “Loco”. Ella creyó haber escuchado llegar a su cuñado en la noche del crimen, pero no le dio importancia. Fue uno de sus hijos el que habría visto a Vera cuando se alejaba del lugar tras cometer el triple homicidio. Los gritos de auxilio de las víctimas se confundieron con el alto volumen de sonido de un televisor.
Para Angela  la venganza de Vera no terminó: “por lo menos hay otras cuatro personas, entre ellas mi marido y yo, a las que  tenía entre ojos. Son los que, según asegura, lo delataron” dijo. “En este caso falló el sistema de seguridad. Es que en este país nada se hace para prevenir. Siempre se actúa sobre las consecuencias. Todos sabíamos que el hombre era muy peligroso, menos la justicia” advirtió Angela. “Uno trata de llevar una vida normal, porque no se puede vivir escondido, pero la Policía al parecer se olvidó del tema. El criminal se puede pasear sin problemas por donde él quiera y nosotros no” apuntó.

Muy pocos vigilados

En la zona la Policía tuvo en un principio desplegado  unos 20 agentes de seguridad. Ahora sólo hay dos guardias: una en la casa de una hija de Vera y otra en la vivienda de la vecina Jesús Barros, otra de las que atestiguó en contra del homicida.  
En la vivienda en la que se desencadenó el triple crimen ahora vive Nancy Beatriz Vera (hija de Jorge Orlando) con una nenita y con su esposo. Ahí permanece un  custodio todos los días. En otra vivienda del fondo de ese inmueble está instalada Jorgelina Vera, otra de las hijas, con su marido y cuatro  hijos menores. “Aquí se dicen muchas cosas. Que lo ven en La Cocha o en cualquier monte. La cuestión es que todavía está suelto. Nosotras vivimos esperando que lo atrapen para poder estar más tranquilos”,  dijo a LA GACETA Jorgelina. Una tercera hija de “El Loco” huyó con su cónyuge e hijos a Buenos Aires. “Ella vivía con mucho miedo y por eso finalmente decidió irse de aquí. Se fue con mucha pena y rogando que esta historia termine rápido para que pueda volver”, comentó su hermana.
Desde el 13 de junio de 2007 nada es igual en la vida de los pobladores de Los Pizarro. Por miedo, la gente, según se comentó, ya se acostumbró a retornar temprano a su casa, antes del anochecer. Vera, efectivamente es como un engendro diabólico que acecha el pueblo y a quien todos dicen ver, pero que hasta el momento nadie pudo capturar. (C)

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