Se probó el traje, le gustó y lo compró

La torre Pereyra se movió en el área de Campodónico como si hubiera estado en el living de su casa. Bailó a uno, encaró a otro y lo desparramó. Levantó la mirada y le entregó una masa a Luis Miguel, que disparó. El uno, enorme, tapó a medias. En la línea de cal, Roselli se atontó y, en vez de revolear el cuero a Mar del Plata, cambió su rol de defensor por el de escolta y terminó viendo cómo "Pulguita" festejaba el único gol del partido. El tanto del ascenso, hasta ahora. Sí, señor. Atlético está cerca, a pasitos nomás de cumplir el sueño del pibe. De concretar una meta inesperada a principios de temporada, pero extremadamente bien argumentada y avalada después, con el paso del tiempo. Y de las victorias, por supuesto.
En este camino hacia la "A" -de ascenso-, el local debía rendir un duro examen frente a un Aldosivi necesitado de un milagro para no quedarse afuera de los puestos con acceso directo a la elite. Por lo tanto, las exigencias del momento y las necesidades de cada uno invitaban al espectador a palpitar un duelo con el cuchillo entre los dientes. De palo y palo, con el acelerador a fondo. Y así fue como se dio el match.
Los dos salieron a buscar lo suyo. El "deca", acostumbrado a brindar espectáculo juegue donde juegue, mostró las garras desde el vamos. García, el guía ofensivo, abrió su repertorio con lujos. Tiki para aquí, tiki para allá. El mendocino, veloz con los pies, mareaba a los visitantes. Al igual que Longo: cuando le imprimía vértigo al carril izquierdo, su marcador pedía pausa para anotarle -siquiera- la talla de sus botines blancos. Tiro libre de Simoca, enorme Campodónico al córner. Después,  Montiglio, por nada, tiró por arriba tras una gran asistencia del "Flaco".
Sin embargo, la tercera fue la vencida, porque Pereyra sacudió su varita mágica, luego de una picardía de "Monti" (apuró un lateral), y "Pulga" terminó haciendo el resto. Gol. A cantar, señores. En el complemento, Rivoira metió a Dematei (Longo se fue lesionado) y armó una línea de cuatro. El equipo se guardó atrás y sufrió uno que otro susto, siempre bien resuelto por Ischuk. "Pulga" tuvo el segundo, pero falló. Aldosivi no tuvo ideas y perdió. Con justicia, claro.

Garantías de principio a fin

Granero, Musto, Ischuk y Pereyra jugaron un partidazo. El uno apareció en el momento justo, los volantes fueron dos relojitos y el "Flaco" atormentó a la visita.

Saboreando el ascenso

Belgrano (60 puntos) e Instituto (59) están obligados a ganar. De lo contrario, Atlético (68) logrará el objetivo el fin de semana, más allá del resultado contra Talleres.