Los hinchas repitieron el "banderazo"

Poco a poco, las adyacencias del hotel donde el plantel estuvo concentrado el plantel se fueron poblando. Envueltos en banderas y con la garganta preparada para alentar al equipo de sus amores, alrededor de 1.000 hinchas "santos" se congregaron para acompañar en caravana al ómnibus que trasladó a los jugadores al estadio.
Pasado el mediodía, arribaron diferentes sectores de la barra con bombos y comenzó el show de cánticos. El primer hit que sonó fue el ya tradicional "yo te quiero San Martín, a vos te sigo vos sos mi vida...", al cual se unieron cuatro turistas que salían del hotel. El momento de explosión se produjo cuando, encabezados por el arquero Marcos Gutiérrez y el doctor Samuel Semrik, los futbolistas fueron subiendo al colectivo. Al ritmo de "el santo es de Primera y de Primera no se va..", los fanáticos le demostraron toda la confianza a los jugadores, que saludaron cuando el chofer emprendió el viaje hacia La Ciudadela.
En medio de toda la algarabía se encontraba Sebastián Monrroy, un joven de 25 años que, apenas terminó con sus obligaciones laborales, levantó su bicicleta y se fue a alentar a sus ídolos. "Si estuvimos en la Liga, cuando no había ni agua en la cancha, cómo no vamos a estar ahora", sostuvo el encargado de un servicio de cadetería, que avizoró un futuro feliz para el equipo de La Ciudadela. "Me imagino festejando la permanencia en junio", adelantó el joven, mientras se unía al canto de los demás simpatizantes. "Esta es una gran motivación para los jugadores. Ellos se dan cuenta de que estamos a muerte con ellos, tanto de local como de visitante", finalizó Monrroy.
Para Humberto Pereyra, el papel de los hinchas será fundamental en este tramo del campeonato. "Los jugadores se contagiaron con el apoyo de la gente y levantaron el nivel", sostuvo el joven de 14 años, para quien el "banderazo" se convirtió en una cábala. "Si esto da resultados, tenemos que seguir haciéndolo", añadió Humberto, que no pudo acompañar la caravana. "No me dejaron subir a un camión en el que iban algunos hinchas", sostuvo, resignado.
Pero no sólo fueron simpatizantes del "santo" los que asistieron. Antonio Palavecino, seguidor de Atlético, se congregó en el lugar para vender artículos con la insignia del club de La Ciudadela. "Yo quiero que San Martín se quede en Primera, así en el próximo torneo se juega el clásico. Y además para que me siga yendo bien con las ventas", justificó el comerciante.