Decisiones acertadas

Análisis. Por Tomás Gray -Redacción LA GACETA.

29 Marzo 2009

Apareció el equipo. Se esperaba que fuera en este clásico con las “águilas”, un duelo especial que a los “naranjas” les gusta jugar. Se les había observado la falta de concentración y el problema que tenían para obtener la pelota en la hilera. Estas facetas se corrigieron con creces. Los técnicos se jugaron un par de cartas difíciles y les salió bien. Con la salida de Carlos Cáceres se perdía movilidad en el suelto y el saltador más liviano en el line. Apostaron por la potencia de Juan Pablo Lagarrigue para ganar peso en el scrum y producir un mayor desgaste. Se logró el objetivo. “Carloncho” entró luego en el momento justo para adueñarse de la hilera y moverse cómodo con la tercera línea. Fue un caso testigo. Los delanteros demolieron de a poco en el scrum, aún antes de que las “águilas” se quedaran con un hombre menos. En el primer tiempo realizaron un gran desgaste y había que ver si eran capaces de sostener ese ritmo. No quedaron dudas de que físicamente estaban en óptimas condiciones. Así lo demostraron. Al principio daba la impresión de que Buenos Aires jugaba manejando los tiempos y que esperaba que se produjera el cansancio del local. Sucedió al revés. Preocupó en la primera parte que los “naranjas” hubieran llegado cinco veces cerca del in-goal y sólo hubieran anotado tres puntos con un drop, mientras que las “águilas” pasaron dos veces y sumaron 10 puntos. Sin embargo, en el segundo capítulo las dudas se disiparon. Tucumán  jugó su mejor partido. Que el paso a paso llegue a su punto más alto en la final.

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