
FESTEJO. Lagarrigue se abraza con Ponce luego de apoyar el segundo try. LA GACETA/ANTONIO FERRONI

El proceso que desembocó en el festejo fue impecable: mucha gente; banderas; un partido entretenido y lleno de suspenso; y dos jugadas magistrales con el sello del scrum tucumano.
Desde el parque
INGRESO. El aliento del público fue de menor a mayor. Durante la entrada de la Selección tucumana los espectadores acompañaron con tibios aplausos, algunos papeles y humo color naranja. Buenos Aires, astutamente, salió rápido, por lo que los tucumanos dejaron de alentar para comenzar la silbatina en contra de los visitantes.

CALOR. El partido se jugó con una alta temperatura. Los vendedores de bebidas tuvieron mucho trabajo, ya que el público se hidrató constantemente. También se detuvieron dos veces las acciones para que los jugadores bebieran agua.
BLOOPER. Cuando Gabriel Ascárate marcó los primeros tres puntos del encuentro el árbitro Javier Mancuso convalidó el drop desde el suelo. Sucede que el cordobés hizo un mal movimiento y se cayó. Nada impidió que el juez continuara con su trabajo.

ANTIDOPING. Los tucumanos Juan Pablo Lagarrigue (segunda línea) y Luis Castillo (medio scrum) fueron los elegidos para realizar el control antidóping. En tanto, el hooker Pablo Gambarini y el pilar Gonzalo Begino fueron al testeo por el lado de Buenos Aires.







