
EL ARRIBO. El chileno Cristian Canío y Jorge Serrano acaban de bajar del ómnibus que los trasladó desde la práctica al hotel donde se concentraron. FOTOBAIRES

BUENOS AIRES (Enviado especial, Leo Noli).- El vuelo de Andes Líneas Aéreas aterrizó en Capital Federal en tiempo y forma. Aplausos de un lado y del otro del avión; el plantel de San Martín agradeció la puntualidad del capitán de la nave y pidió pista a toda marcha para desembarcar en el Aeroparque "Jorge Newbery" y salir corriendo a trabajar. Sí, a mover las piernas, nada de pasar a dejar los bolsos en el hotel con vista a la AFA ni de recuperar energías por medio de una minisiesta. No señor; a correr, dijeron a coro los jugadores, y se fueron a unas canchitas de fútbol cinco cerca de la zona de Constitución.
El hecho de que hoy se jugará un partido trascendental para los "santos", y no sólo porque el anfitrión es River, sino por la necesidad urgente de seguir sumando puntos, no les cambió en nada la rutina a los jugadores del equipo de La Ciudadela. Es más, a la mayoría se los vio tranquilos. "Estamos bien, esperando sin prisa el partido, ya que tendremos una gran oportunidad de hacer historia", analizó Pablo de Muner, segundos después de haber liquidado el postre.
A sabiendas de la irregularidad del "millonario", que de un día para el otro se vuelve mendigo, "Tomate" no se aferra a esa idea. "Para mí, San Martín está en condiciones de vencer a cualquier rival de esta categoría, no importa el nombre. Lo que sí debemos tratar de hacer a como dé lugar es mantener un nivel parejo de juego y concretar cada vez que generemos una acción de peligro en el área rival", apuntó, al tiempo que exigió precaución en todos los flancos.
"Ellos tienen jugadores de mucha categoría que pueden dar vuelta el partido en cuestión de minutos, razón por la cual debemos estar con los ojos bien abiertos y, repito, aprovechar cada chance de gol que se presente", argumentó.
El líder del fondo "santo" reconoció durante la charla con LA GACETA que no lo desvela jugar en el "Monumental". "Me da lo mismo; no me desespero por jugar en la cancha de River ni tampoco me pongo loco. Lo tomo como un partido lindo, pero sigue siendo una más", afirmó.
Como si un poder mental los uniera, Marcos Gutiérrez aprovecha la frase de De Muner para afirmar un concepto del grupo.
"Este es un plantel muy especial, que sabe bien qué quiere. Necesitamos sumar para encarar la recta final del torneo de la mejor manera. Es verdad que River viene medio de capa caída, pero no es un rival sencillo", enfatizó "Anguila", que con sus dos décadas de trayectoria a cuestas no pierde las mañas del inicio.
"Si no disfrutás ese cosquilleo previo, quiere decir que ya no sentís lo mismo por el fútbol. De mi parte, hace 20 años que estoy en esto y siempre me sentí igual -reveló-. El día que no sea así, quiere decir que ya no me interesa lo que hago".







