Dos testigos complicaron a un agente acusado de homicidio

Hoy se conocerá la sentencia contra el policía que le disparó a un joven en 2004.

A LA ESPERA DEL FALLO. Walter Daniel Taljuk (izquierda), asegura que su arma se disparó por accidente.  LA GACETA / INES QUINTEROS ORIO A LA ESPERA DEL FALLO. Walter Daniel Taljuk (izquierda), asegura que su arma se disparó por accidente. LA GACETA / INES QUINTEROS ORIO
17 Marzo 2009

"El amenazaba a la gente con su arma y después decía: ?no te cag..., yo sé manejar mi pistola?. Pero llegó el maldito día en que se equivocó". Cristian Angel Esquivel revivió ayer ante el tribunal la trágica tarde del 30 de setiembre de 2004. Ese día, su amigo Mauro Rodrigo Orellana, de 19 años, fue herido mortalmente por un disparo, a manos del agente Walter Daniel Taljuk, durante un confuso episodio.
El policía, que por entonces trabajaba como custodio de un familiar del gobernador, José Alperovich, sabrá hoy si vuelve a la cárcel o queda libre.
La tarde en que se produjo el trágico disparo, Orellana y Esquivel trabajaban en la guardería ubicada en Rivadavia al 600. "Mauro y yo estábamos en la parte trasera de una camioneta que íbamos a limpiar cuando entró Taljuk. Sacó su arma y empezó a apuntarnos. Yo le había advertido varias veces que no jugara así porque se le iba a escapar un tiro, pero jamás me hizo caso", relató Esquivel ante los vocales Ana Lía Castillo de Ayusa, Horacio Villalba y Marta Cavallotti. El joven agregó: "me levanté para ir a lavar unas cosas cuando escuché la detonación. Volví corriendo y vi a Mauro en el suelo y a Taljuk tratando de detenerle la hemorragia".
Orellana fue asistido de urgencia en el Centro de Salud y luego internado en un sanatorio. Allí murió el 22 de noviembre de 2004. Hasta hoy, el policía continúa detenido en el penal de Villa Urquiza.
La versión de Esquivel fue corroborada por otro testigo, Mariano Sebastián Alpire, también amigo de la víctima.
En ese sentido, el abogado Mario Mirra, defensor del acusado solicitó que se investigue a Esquivel por falso testimonio, aunque no hizo ese pedido contra Alpire. "Es evidente que esta declaración fue arreglada", expresó. Los jueces se expidirán sobre esta medida al final de la audiencia.
"Por ahora me voy a abstener de declarar", dijo Taljuk ante los jueces. Por ello, se dio lectura al testimonio que prestó durante la instrucción de la causa. El agente había dicho que Orellana era su amigo y que todo había sido producto de un accidente. "Mi arma se remontó sola porque estaba dañada. Yo intenté revisarla y el tiro se escapó", había explicado Taljuk.
En tanto, la declaración de Ramona Sofía de Orellana, madre de la víctima, estuvo cargada de emotividad y tensión. "¡Usted me quitó a mi hijo, Taljuk! ¡Vos le decías a mi hijo que no sea cagón, que el disparo no iba a salir, pero al final lo mataste!", dijo señalando al acusado. El policía rompió en llanto y bajó la mirada. "Puede llorar todo lo que quiera, pero no creo en sus lágrimas. Sólo busca dar lástima, pero debe pagar por lo que le hizo a mi hijo", expresó la mujer en diálogo con LA GACETA.
Entre las pruebas clave que tiene la causa están las pericias sobre el arma reglamentaria de Taljuk, una Colt 11.25 que, según el informe, "tenía un funcionamiento normal". Además, tendrán gran importancia los informes médicos y psicológicos, sobre los que se basaría la defensa para sostener su postura. Hoy a las 17, las partes expresarán sus alegatos, y luego los vocales dictarán la sentencia.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios