Una monja pereció cuando su auto dio tumbos en Taco Ralo

En el vehículo viajaban cinco integrantes de una congregación religiosa de Santa Fe. Uno de los neumáticos del rodado reventó cuando circulaban por la ruta 157. Las sobrevivientes debieron ser hospitalizadas.

EN EL HOSPITAL PADILLA. Una de las monjas es atendida por un médico luego de terrible accidente. LA GACETA / ENRIQUE GALINDEZ EN EL HOSPITAL PADILLA. Una de las monjas es atendida por un médico luego de terrible accidente. LA GACETA / ENRIQUE GALINDEZ
22 Enero 2009

El viaje de cinco religiosas por Tucumán terminó trágicamente. Ayer por la tarde, uno de los neumáticos del automóvil en el que se movilizaban estalló, por lo que el rodado vio varios tumbos sobre la ruta 157, a la altura de Taco Ralo. A raíz del accidente, las cinco mujeres salieron expulsadas del vehículo. Una falleció en el acto y las otras cuatro debieron ser trasladadas a los hospitales Padilla y Centro de Salud. El estado de salud de las sobrevivientes, miembros a una congregación de Esperanza, provincia de Santa Fe, es reservado, pero están fuera de peligro, según confirmaron fuentes de los hospitales.
A las 14.30, el Renault 19 gris plata dominio CGA-198 atravesó el paraje Viltrán, ubicado en el kilómetro 55 de la ruta 157. Según la Policía, el vehículo era conducido por María Eugenia Ojeda, de 32 años. Junto con ella iban Mariela Lazos, de 36 años, Marilina Alvarez, de 32, Silvina Albech y Marisa Castillo, ambas de 30. Las religiosas habían salido por la mañana de un convento ubicado en la capital de Jujuy.

El almuerzo
Al mediodía almorzaron en San Miguel de Tucumán y luego continuaron viaje rumbo a Córdoba. Se dirigían a una casa religiosa ubicada en la capital de esa provincia, según la información que logró recabar la Policía.
De repente, las pasajeras escucharon un estruendo: había explotado la rueda delantera derecha. Ojeda, según dijeron luego algunas de las sobrevivientes, intentó frenar el automóvil, pero la maniobra provocó que el automóvil diera varios tumbos y quedara clavado a 50 metros del camino, con las ruedas hacia arriba. Durante los tumbos las cinco pasajeras salieron despedidas y terminaron desparramadas al costado de la ruta. Castillo golpeó su cabeza contra el pavimento y falleció al instante.
Un grupo de turistas que pasaba por allí paró para auxiliarlas; otro hombre que también había presenciado el accidente llamó desde su celular a la comisaría de La Madrid. Poco después llegaron policías de Taco Ralo, de La Madrid, de Infantería y de Bomberos. Los oficiales asistieron a las víctimas.

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Shockeadas
“Estaban muy conmocionadas y asustadas. Fue un golpe muy fuerte el que se dieron”, explicó el oficial Pablo Carabajal, segundo jefe de la comisaría de Taco Ralo. En un primer momento, las religiosas iban a ser internadas en el hospital de Concepción, pero debido a la complejidad de las heridas fueron trasladadas a la capital. En el Hospital Padilla fueron internadas Alvarez, Albech y Lazos, mientras que Ojeda quedó en el Centro de Salud.
Por la tarde, Alvarez ingresó al quirófano, donde fue operada. Sin embargo, fue Ojeda quien sufrió las lesiones más grave (golpes en la cabeza y en otras partes del cuerpo).

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