El asombroso parecido con el planeta Marte despertó el interés de la NASA

El asombroso parecido con el planeta Marte despertó el interés de la NASA

Las lagunas del altiplano atraen a científicos extranjeros. Reclaman que la zona sea preservada. Inversiones millonarias.

15 Diciembre 2008

El parecido de un grupo de lagunas del altiplano con la superficie del planeta Marte ha generado que países como Estados Unidos se sientan atraídos por el estudio que investigadores tucumanos realizan allí. El equipo que dirige María Eugenia Farías, egresada de la Universidad Nacional de Tucumán e investigadora adjunta del Conicet, fue invitado a participar de una publicación especial sobre lagunas de altura, similares al paisaje marciano. Los trabajos también han despertado el interés de la NASA. “Hemos sido invitados a participar en un proyecto integral sobre la prospección de la biodiversidad microbiológica en estos ambientes. Intervendrán científicos argentinos y chilenos”, informó la doctora en biología.
“El hombre está haciendo grandes esfuerzos por determinar si hay alguna forma de vida en Marte. Me refiero a una molécula de ARN o a una forma primitiva de célula”, explicó.

Peligro de destrucción
Farías destacó la importancia de preservar esas lagunas. “A pesar de que están lejos y son casi inaccesibles pueden llegar a recibir presión antrópica (influencia del hombre) a través de la minería y del turismo aventura”, sostuvo. Agregó: “una camioneta que atravesara un salar de estromatolitos destruiría años de evolución microbiológica, lo cual es de una riqueza científica inimaginable”. Por ello, insistió en la necesidad de que las autoridades dispongan las normas necesarias para protegerlas.
Ante la mirada atenta de países extranjeros sobre esos ambientes del territorio argentino, Farías subrayó la importancia de encarar un proyecto de estudio propio que permita un desarrollo nacional de la ciencia en ese sector.

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Varios millones
Aunque cuentan con importantes financiamientos nacionales e internacionales, llevar a cabo una investigación local demandaría varios millones de pesos. “En estos cuatro años hemos conseguido un fuerte respaldo en equipamiento del Proimi y contamos con fondos estatales y de instituciones internacionales. Esto nos permite trabajar a un nivel lo suficientemente competitivo como para estar a la altura de colegas de países desarrollados”, afirmó la experta.

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