El cambio climático se evidenció en las lluvias y en las heladas

Punto de vista. Por César M. Lamelas - Ingeniero Sección Agrometereología de la Estación Experimental Obispo Colombres

07 Diciembre 2008

El cambio climático requiere especial atención de la comunidad científica, de los grupos políticos con capacidad de decisión y de la sociedad. Si bien existe un acuerdo general al respecto, hay varios enfoques sobre el problema (causas, impacto y mitigación) y, como consecuencia, se ha generado un abanico de modelos para describir escenarios futuros.

No se puede conocer a ciencia cierta cómo será el clima en nuestra región a largo plazo; las evidencias actuales nos indican que las condiciones agroecológicas se modificaron marcadamente. Si a eso le agregamos los problemas de contaminación de cursos de agua y de suelos; la alteración de la cubierta vegetal natural, y el aumento poblacional con creciente demanda de recursos, estamos ante una situación muy compleja. La Sección Agrometeorología de la Estación Experimental hizo estudios sobre el efecto del incremento de las precipitaciones. Esto mejoró la aptitud agroecológica de la provincia para el cultivo de soja.

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Hubo un aumento del área apta para el cultivo debido a una mayor duración del período hídrico y una disminución de las deficiencias hídricas, lo que puede considerarse positivo. Sin embargo, esto trajo aparejado un mayor riesgo de erosión hídrica y una consecuente pérdida de potencial productivo a futuro. Esta idea se vio apoyada por un estudio sobre la agresividad pluvial, que es un modo de referirse al riesgo de erosión hídrica, realizado con información de lluvias en más de 100 localidades de la provincia. Se demostró que el riesgo de erosión es alto en la mayor parte de las áreas productivas, especialmente en la zona pedemontana, y que los índices de agresividad pluvial se incrementaron a través del tiempo. Una evidencia concreta de este proceso son las inundaciones que afectan a la provincia, produciendo pérdidas económicas en cultivos, daños en infraestructura y viviendas y hasta pérdida de vidas humanas.

El cambio climático no sólo se evidenció en las lluvias sino también en el régimen de heladas. En un trabajo reciente de la EEAOC, con datos de dos localidades del departamento Burruyacu, se demostró que en la última década hubo un atraso de la fecha de ocurrencia de las primeras y de las últimas heladas y un aumento de la frecuencia de heladas (en setiembre). El atraso de las primeras heladas puede considerarse positivo en la etapa de finalización del ciclo para los cultivos de verano y la maduración de la caña de azúcar. Pero lo preocupante, por el impacto económico, es el atraso de las últimas heladas que puede afectar al trigo en espigazón, al citrus y al arándano en floración y fructificación, a cultivos hortícolas y al tabaco, entre otros.

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