
SUGERENCIA. Pedro Pérez dijo que debe estudiarse el mejor sistema. LA GACETA / INES QUINTEROS ORIO

Estaremos abiertos al diálogo con todos, no sólo con los poderes políticos del Estado. El colegio tiene un rol institucional que no puede dejar de cumplir. Nuestra prioridad es encontrarnos con el Poder Judicial: jamás vamos a resignar el principio de la preservación de su independencia. El principal tema es el modo de designación de jueces. Se debe garantizar el ingreso de los más honestos e idóneos, tras un concurso de antecedentes y oposición.
Hay que hacer un análisis de la situación y de la verdadera necesidad de un régimen de subrogancias por las vacantes en el Poder Judicial. Tal vez la Corte Suprema de Justicia pueda desarrollar alguna clase de acción que impida el retiro masivo de magistrados. La necesidad de dictar una ley puede llevar a debatir el cómo designar a los jueces subrogantes, a la formulación de algún tipo de procedimiento transparente de selección. Todo debe ser estudiado, pero frente a la urgencia y a la precariedad de las designaciones de ese tenor, podríamos no llegar a sancionar el mejor de los regímenes.

Hay que unir la ciencia jurídica con la práctica. El Colegio de Abogados tiene que brindarse a las necesidades de los colegas, sobre todo de los más jóvenes y recién iniciados. Estos, necesariamente, deben ser preparados con una capacitación real y efectiva. Vamos a dotar a la institución con todos los servicios, ampliando, por ejemplo, la biblioteca virtual, apostaremos al fortalecimiento informático, y vinculándolo con la Universidad Nacional de Tucumán. En cuanto a la salida laboral, una carrera judicial pueden motivar a los interesados a concursar por un ingreso que hoy tienen negado.







