En el festival conviven los estilos y bandas de épocas diferentes

BUENOS AIRES (Facundo Pereyra, enviado especial).- No hay tribus. En el Personal Fest todos conviven, se cruzan en largas caminatas o en los cómodos y coloridos camastros ubicados en los centros de rélax. La oferta apunta a eso, con bandas de distintos estilos y de diferentes épocas y tendencias, con referentes de lo que pasó y con quienes están marcando tendencia.
La propuesta en general va hacia allí. Desde la tematización de cada encuentro, ya sea con pelucas o con vinchas/corbatas, la idea parece ser borrar límites y fronteras. Y también ocurre con los paseos propuestos, que incluyen muestras de nuevas tecnologías relacionadas a la telefonía celular y a internet. Por eso no sorprende cruzarse con chicos vestidos de negro que cargan enormes mochilas y tienen sobre la cabeza pantallas para que cualquiera que pase a su lado haga una partida de tetris, fútbol on line y muchos juegos más, con los paneles en los que los graffiteros porteños dejan su huella multicolor.
Hay, también, mucho esnobismo, como el stand de comidas orgánicas, que por $ 12 ofrece una suculenta porción de vaya a saber qué, junto a los wok, a pocos metros de la carpa de las adivinadoras, en la que se forman largas colas de chicos y chicas dispuestos a tender la mano para que les digan cómo será su futuro.

Merchandising
Puestos con remeras hay por todos lados, siempre de la misma marca, cerquita de otros en los que la productora que arma todo vende los discos de las bandas que tiene fichadas (casi todas las del mainstream argentino y las extranjeras que ocasionalmente trae al país).
Los tatuadores conviven con los inflables que promocionan algún otro producto telefónico, ubicados cerca de las pantallas leads en las que van cambiando las imágenes para que floggers y cholulos en general puedan tener infinidad de fotos diferentes en el mismo lugar. Personal, además, propone juegos interactivos que, en algunos casos, llevan algún eslogan con el que se busca generar conciencia sobre el uso de la telefonía celular (sobre todo en relación a la conducción de vehículos y al cuidado del medio ambiente).
Y mientras algunas estrellas de la televisión se pavonean en uno de los tres VIP habilitados, los periodistas de todo el país encuentran en la carpa de prensa el espacio para refrescarse, saciar el hambre y trabajar. Para ello hay habilitadas cinco computadoras y wi fi para quienes llegan con su notebook. Este es el único espacio en el que los promotores, vestidos de elegante sport, que andan por todos lados, no aparecen.