La pandilla que recuperó al compinche "muerto"

La pandilla que recuperó al compinche "muerto"

El relato de Joaquín Pérez y Damián Albariño recrea una saga de infancia traviesa de barrio y de lealtades que trascienden el tiempo.

PARA SIEMPRE. Sebastián; Jorge, de blanco, Damián y Joaquín, en una foto que testimonia el reencuentro. PARA SIEMPRE. Sebastián; Jorge, de blanco, Damián y Joaquín, en una foto que testimonia el reencuentro.
20 Julio 2008
"Habíamos sido amigos desde que tenemos memoria, en el barrio Gente de Prensa; hasta aquel verano del 89 en el que el destino nos separó de uno de ellos: Damián. Durante años creímos que él había muerto: pero lo acabamos de recuperar", relata Joaquín Pérez, uno de los compinches de esa barra de "amigos para siempre".
"Esta es la pequeña historia de un grupo de amigos: Damián Albariño, Jorge Almada, Sebastián Chazarreta, Joaquín Pérez, compañeros en la Escuela Ciudadela, vecinos del barrio, casas unas al frente de las otras, amantes de los Thundercats; de Cobra; de Robotech y de Mazinger; de La Guerra de las Galaxias; de ET; de Charly García; de Soda Stereo, The Cure y Depeche Mode: somos un grupo de amigos a los que la vida los separó de uno de ellos como si nada; se fue sin dar explicaciones. Los que quedamos aquí seguimos juntos. Cuando Damián se fue del barrio intentamos conocer su paradero; un hermano que en 1992 pasó por Tucumán nos contó que vivían en Córdoba, y que él le pidió que nos trajera noticias suyas. Como él se mudaba de casa como Argentina cambia de plan económico, nunca recibió nuestras cartas. Hasta que alguien nos informó que Damián había muerto en Córdoba, en un accidente de tránsito ", recuerda, emocionado, Joaquín.
El hoy contador Pérez acota que la barra "nunca se creyó esa noticia", pero que el tiempo los obligó a aceptar esa realidad. "No nos olvidábamos de él ; ni en nuestras alegrías ni en nuestras tristezas, ni en sus cumpleaños ni en misa, a la que íbamos juntos, en San Pío X. Y allí le pedíamos que nos ayudara desde el cielo", expresa Joaquín. Damián, agrega, era una herida abierta en los corazones de Jorge,  de Joaquín y de Sebastián: hasta que 20 años después, este domingo 13 de julio, llegó a Tucumán la obra de teatro "Fresa y chocolate".

La barra de la tele
"Para un taxi en puerta de casa. Es domingo por la mañana. Alguien baja y pregunta: ¿está Joaquín? ¿Quién lo busca?, pregunta un niño. "Damián, lo busca Damián", cuenta Joaquín, que le imprime dramatismo al relato. "El domingo anterior - prosigue - habíamos estado acordándonos de Damián. Lo recordamos con una intensidad extraña, quizás un aviso del destino. De niños habíamos formado una pandilla como las que veíamos en tele: atrapar sapos y dejarlos en una cajita de regalo a la mejor vecina, desinflar gomas, reventar aerosoles, secuestrar gatos para cambiarlos de casa, cosas de chicos". "El reencuentro - afirma - fue sólo mirarnos a los ojos, y vernos, niños, 20 años atrás. Después, una orgía de abrazos y lágrimas".
Damián volvió en el personaje de  David en la obra "Fresa y Chocolate", que se presentó en el Teatro Alberdi. Es actor, custodio de Lombardo en la novela Montecristo, tuvo pequeños papeles en Son de 10; en Son de Fierro, en Amas de casa Desesperadas ; hasta hizo una publicidad con Cerveza Norte. "Y nunca lo reconocimos, afirma Joaquín, será que el destino quiso que nos reencontráramos así".
Damián también reconstruye con emoción el reencuentro. "Cuando supe que venía a Tucumán tomé valor; no dormí esa noche en el hotel; me "mandé" en un taxi, sin saber si vivían allí, si eran amigos todavía, si estaban bien de salud, si vivían!!! Los encontré a los tres unidos, tal cual los dejé. Y al final, el que estuvo muerto en estos años (alguien me "mató", cosas que alguien algún día nos explicará) resucitó en Tucumán!!! Encontré una ciudad distinta a la de 1989; más grande, con luces; con con mucha gente; la peatonal parece Mar del Plata en enero. Y mi barrio Gente de Prensa, esa isla con sus árboles y su plaza, dentro de todo intacto. Ese es mi lugar en el mundo"
"Y se quedó casi toda esta semana con nosotros, que suspendimos todas nuestras obligaciones, a puro Depeche Mode. No todos los días nos encontramos con nuestro mejor amigo de muerto a resucitado", afirma Joaquín.

La vida
Damián vive en el barrio porteño de San Telmo; es actor y modelo publicitario; Sebastián también es actor de teatro independiente en Tucumán; Jorge tiene una peluquería en  Tafí Viejo y Joaquín es Contador Público y trabaja en una constructora y en el taller del padre.
"Es hermoso ser amigos - concluye Joaquín -. Esa amistad, que en pleno Mundial del 86 se juró con un pacto de sangre, nunca murió".

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