Los agentes Mario Soria y Jorge Avellaneda estaban felices. Después de haber superado varias pruebas, se preparaban para formar parte de la Patrulla Motorizada Norte, que hoy comenzará a custodiar las calles de Yerba Buena. Pero el destino les jugó una mala pasada. Ambos murieron como consecuencia del choque entre el Fiat Duna -en el que viajaban- y un camión en la ruta 38, a la altura de Arcadia. Luego del impacto, el auto atropelló a Silvia Herrera, que tenía en sus brazos a su hijo Axel Ruiz, de 15 días, y estaba a la vera del camino. Afortunadamente, sólo la mujer sufrió heridas.