La sociedad debe madurar

La sociedad debe madurar

Por Silvina Cohen Imach
Psicóloga y presidenta de Antígona

17 Abril 2008
La desinstitucionalización de los niños, niñas y adolescentes es una tendencia internacional que se está llevando a cabo lentamente. Se han comprobado las dificultades que enfrentan, en materia de socialización y rehabilitación, los chicos que se encuentran en situación de encierro institucional o privados de su libertad, ya sea porque han cometido algún delito; porque la pobreza y las carencias de afecto y contención los han expulsado de sus hogares, o  porque han sido víctimas de abusos.
Considero positivo que en Tucumán se esté iniciando el proceso de desinstitucionalizar a los niños. No obstante, cabe señalar que para aplicar sistemas alternativos como los de libertad asistida se necesitan profesionales capacitados específicamente en la problemática, y una sociedad más madura.
El chico que delinque y que fue institucionalizado va a ser recibido por la misma familia que lo ha expulsado directa o indirectamente hacia el delito o hacia una situación de riesgo; por lo tanto, es importante el trabajo que se haga desde el Estado con esas familias.
También es fundamental que los responsables del programa de familias sustitutas o cuidadoras -conocido como de familias de acogida- efectúen una correcta evaluación. Desconocemos los criterios de selección que tiene el Gobierno. El riesgo es que pueden darse casos en que una familia acepte la guarda de un pequeño sólo para recibir un beneficio económico del Estado y no por la vocación de proteger, con el compromiso de dar bienestar.

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