30 Marzo 2008
TENSION. Gendarmería intenta persuadir a un camionero que había bloqueado la ruta 9, molesto por el piquete que realizaban los productores. LA GACETA / JORGE OLMOS SGROSSO
Con sus familias, a mate y a asado, cientos de productores tucumanos cambiaron tierra por asfalto. Su trabajo, ahora, es el del reclamo y el de la defensa de su actividad.
"Pasamos la noche en la ruta caminando y yendo de un lugar a otro sin dormir. Anoche (por el jueves) levantamos el corte por la ruta, pero antenoche nos quedamos toda la noche. Y a la mañana volvimos", explicó Rubén Suárez un pequeño productor de la zona de Leales. El estrés y la tensión, explicó Suárez, ganan cada día más espacio en los piquetes. "A veces los camioneros se ponen pesados y atraviesan los camiones en medio de la ruta. Se viven momentos de tensión", agregó. Suárez explicó que la solidaridad prima entre los productores. "Los productores carnean animales vacunos o lechones y traen para comer aquí, donde está el corte, en Los Puestos. Hacemos parrilladas y también le damos de comer a los camioneros que están varados, porque la mayoría nos apoya", explicó.
"Hoy comimos asado, porque no se puede cocinar otra cosa. Los productores aportan cada uno lo que pueden: pan, gaseosas, ensaladas. Pusimos como regla que aquí no se toma alcohol", aclara.
"Con mi familia hacemos agricultura en general. Somos productores chicos, que luchamos y trabajamos en el campo, no en gran escala, y a veces hacemos servicios en el campo de otros productores. Lo poco que nos queda cada cosecha la invertimos en herramientas, alambres, limpieza. No nos vamos a Punta del Este. Y con esta decisión del Gobierno nos quitan las ganas de trabajar porque aquí todos los productores son chicos, de 200 o 300 hectáreas. Hay un desgano total; nos están robando. Nosotros trabajamos más que nunca y tenemos menos rentabilidad. El Gobierno nos quitó la ilusión de producir", se lamentó. Luego, Suárez siguió su marcha. "Estoy buscando gente para que haga el relevo de la noche", se despidió.
Cuarta generación
En 1906, don Pablo Ayala, como otros tantos inmigrantes españoles, italianos, o polacos, llegó en barco a "hacer la América". "Mis abuelos vinieron de Andalucía; primero a Chaco y después se establecieron en la zona de Mariño, en Tucumán", comentó desde la ruta 34, en la localidad santiagueña de Pozo Hondo, el nieto de Ayala, de igual nombre que su abuelo.
El campo es parte importante en la vida no sólo de Pablo, sino de la mayoría de los habitantes de la zona. "No recuerdo el año, pero sí que el banco le remató la finca a don Pedro Cossio y distribuyeron las tierras entre los colonos; a nosotros nos dieron 52 hectáreas en la Ramada de Abajo y a otros, los más pudientes, 104", dijo Ayala, que también incursionó en política y fue legislador provincial por Fuerza Republicana (1995-1999).
Pasaron 102 años desde la llegada del primero de los Ayala, y Pablo jamás pensó que tendría que hacer otra tarea que no esté relacionada con el agro. La Argentina del siglo XXI lo obligó a salir a la ruta para defender cuatro generaciones de trabajo. "El campo es el único generador de riqueza genuina. Todos los que estamos aquí somos medianos productores, pero comenzamos como minifundistas 100 años atrás", dijo. El, al igual que los demás agricultores, ya perdió la cuenta de los días que está en el piquete, pero está convencido de quedarse hasta las últimas consecuencias. "Vengo a las 7 y me voy a las 22; hay veces en que duermo toda la noche en la camioneta, al costado de la ruta", dijo.
El agricultor, que posee 1.500 hectáreas, siembra, además de soja, poroto y maíz. "Lo único que queremos es hacer lo que sabemos: trabajar la tierra, pero sin que nos roben", concluyó.
"Los productores agropecuarios de Tucumán estamos dispuestos a acatar lo que la comisión de enlace de entidades agropecuarias nacionales, integradas por CRA, Coninagro, FAA y SRA, dialogue y que haga escuchar nuestro reclamo. Pedimos a la población que comprenda nuestra actitud y también agradecerle en nombre nuestro y de nuestras familias el apoyo recibido, tanto de las poblaciones de Tucumán, como de las provincias vecinas. Se está a la espera de una favorable negociación para así poder inmediatamente levantar el paro y volver a las tareas productivas habituales. Asimismo, solicitamos a nuestras autoridades municipales, comunales y gubernamentales que apoyen este reclamo, que al interior productivo lo afecta de manera decisiva.
El presidente de la sociedad rural de tucuman (SRT), Víctor Pereyra, ratificó el mandato de las entidades del interior del país, de retrotraer las medidas al 10 de marzo; "esto es innegociable", aseveró el titular ruralista, en la ruta 34, en la localidad santiagueña de Pozo Hondo.
"Es crucial la reunion del lunes, van las cuatro entidades, con el mandato de todos los productores autoconvocados, para que nos representen ", afirmó Pereyra.
"Como el Gobierno nacional pone condiciones estrictas, nosotros también hacemos lo mismo", disparó el presidente de la SRT.
"Pasamos la noche en la ruta caminando y yendo de un lugar a otro sin dormir. Anoche (por el jueves) levantamos el corte por la ruta, pero antenoche nos quedamos toda la noche. Y a la mañana volvimos", explicó Rubén Suárez un pequeño productor de la zona de Leales. El estrés y la tensión, explicó Suárez, ganan cada día más espacio en los piquetes. "A veces los camioneros se ponen pesados y atraviesan los camiones en medio de la ruta. Se viven momentos de tensión", agregó. Suárez explicó que la solidaridad prima entre los productores. "Los productores carnean animales vacunos o lechones y traen para comer aquí, donde está el corte, en Los Puestos. Hacemos parrilladas y también le damos de comer a los camioneros que están varados, porque la mayoría nos apoya", explicó.
"Hoy comimos asado, porque no se puede cocinar otra cosa. Los productores aportan cada uno lo que pueden: pan, gaseosas, ensaladas. Pusimos como regla que aquí no se toma alcohol", aclara.
"Con mi familia hacemos agricultura en general. Somos productores chicos, que luchamos y trabajamos en el campo, no en gran escala, y a veces hacemos servicios en el campo de otros productores. Lo poco que nos queda cada cosecha la invertimos en herramientas, alambres, limpieza. No nos vamos a Punta del Este. Y con esta decisión del Gobierno nos quitan las ganas de trabajar porque aquí todos los productores son chicos, de 200 o 300 hectáreas. Hay un desgano total; nos están robando. Nosotros trabajamos más que nunca y tenemos menos rentabilidad. El Gobierno nos quitó la ilusión de producir", se lamentó. Luego, Suárez siguió su marcha. "Estoy buscando gente para que haga el relevo de la noche", se despidió.
Cuarta generación
En 1906, don Pablo Ayala, como otros tantos inmigrantes españoles, italianos, o polacos, llegó en barco a "hacer la América". "Mis abuelos vinieron de Andalucía; primero a Chaco y después se establecieron en la zona de Mariño, en Tucumán", comentó desde la ruta 34, en la localidad santiagueña de Pozo Hondo, el nieto de Ayala, de igual nombre que su abuelo.
El campo es parte importante en la vida no sólo de Pablo, sino de la mayoría de los habitantes de la zona. "No recuerdo el año, pero sí que el banco le remató la finca a don Pedro Cossio y distribuyeron las tierras entre los colonos; a nosotros nos dieron 52 hectáreas en la Ramada de Abajo y a otros, los más pudientes, 104", dijo Ayala, que también incursionó en política y fue legislador provincial por Fuerza Republicana (1995-1999).
Pasaron 102 años desde la llegada del primero de los Ayala, y Pablo jamás pensó que tendría que hacer otra tarea que no esté relacionada con el agro. La Argentina del siglo XXI lo obligó a salir a la ruta para defender cuatro generaciones de trabajo. "El campo es el único generador de riqueza genuina. Todos los que estamos aquí somos medianos productores, pero comenzamos como minifundistas 100 años atrás", dijo. El, al igual que los demás agricultores, ya perdió la cuenta de los días que está en el piquete, pero está convencido de quedarse hasta las últimas consecuencias. "Vengo a las 7 y me voy a las 22; hay veces en que duermo toda la noche en la camioneta, al costado de la ruta", dijo.
El agricultor, que posee 1.500 hectáreas, siembra, además de soja, poroto y maíz. "Lo único que queremos es hacer lo que sabemos: trabajar la tierra, pero sin que nos roben", concluyó.
Reclamos ruralistas
La Comisión de productores agropecuarios Autoconvocados emitió anoche un comunicado en el cual expresan su alineamiento con las entidades rurales nacionales. "Los productores agropecuarios de Tucumán estamos dispuestos a acatar lo que la comisión de enlace de entidades agropecuarias nacionales, integradas por CRA, Coninagro, FAA y SRA, dialogue y que haga escuchar nuestro reclamo. Pedimos a la población que comprenda nuestra actitud y también agradecerle en nombre nuestro y de nuestras familias el apoyo recibido, tanto de las poblaciones de Tucumán, como de las provincias vecinas. Se está a la espera de una favorable negociación para así poder inmediatamente levantar el paro y volver a las tareas productivas habituales. Asimismo, solicitamos a nuestras autoridades municipales, comunales y gubernamentales que apoyen este reclamo, que al interior productivo lo afecta de manera decisiva.
El presidente de la sociedad rural de tucuman (SRT), Víctor Pereyra, ratificó el mandato de las entidades del interior del país, de retrotraer las medidas al 10 de marzo; "esto es innegociable", aseveró el titular ruralista, en la ruta 34, en la localidad santiagueña de Pozo Hondo.
"Es crucial la reunion del lunes, van las cuatro entidades, con el mandato de todos los productores autoconvocados, para que nos representen ", afirmó Pereyra.
"Como el Gobierno nacional pone condiciones estrictas, nosotros también hacemos lo mismo", disparó el presidente de la SRT.
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