Los jóvenes se aíslan del mundo con sus MP3

Primero fue la televisión; luego, los videojuegos y los walkmans, después vino internet, y ahora los padres continúan quejándose. Los especialistas advierten que el uso indebido de estos aparatos pueden causar dependencia en las personas.

INSEPARABLES. Los jóvenes cargan sus MP3 a todos lados, gracias a los formatos cada vez más pequeños.LA GACETA INSEPARABLES. Los jóvenes cargan sus MP3 a todos lados, gracias a los formatos cada vez más pequeños.LA GACETA
10 Febrero 2008
Luciano tiene 14 años. Cualquiera sea su procedencia, llega a su casa y al entrar dice "hola" sin mirar a los que están allí. Camina directamente a la computadora. La enciende. Se coloca los auriculares en los oídos y continúa así su día.
El domingo le toca a su familia ir a pasar el día a la casa de la abuela. Todos conversan en la mesa, él no. Tiene los auriculares de su MP3 en las orejas. Termina de comer antes que todos, deja caer los cubiertos sobre los platos y vuelve a la computadora, siempre con lo auriculares puestos.
Los reproductores personales de audio, tales como en MP3 y el iPod, se convirtieron en poco tiempo en uno de los productos más vendidos del mundo. Estos aparatos reproducen música que se amplifica en auriculares. Los que más usan estos dispositivos son jóvenes, en su mayoría adolescentes que parecen utilizarlos siempre, acaso, por una necesidad de aislarse del mundo.
Dora es la madre de Luciano. Por estos días están pasando sus vacaciones en la costa atlántica y ella explica que su hijo está socializando con un grupo de chicos que conoce de Tucumán. De no estar ese grupo allí, Luciano seguramente no haría amigos y pasaría su día junto a su MP3. "Reniego un montón, porque hasta en la hora del almuerzo lo usa. No importa el momento que compartamos, él se pone el MP3 y se aísla del mundo", cuenta. "Le aburre todo lo que no pertenezca a su universo. Cuando está con sus padres y hermanas, se aísla como si viviera en otro planeta", agrega.
Al preguntarle a Luciano por qué le gusta tanto ese aparato responde: "No sé. Cuando estoy aburrido lo uso". Asegura que cuando está con sus amigos no lo utiliza a no ser que lo que estén hablando lo aburra. El joven reconoció que muchos chicos se volvieron adictos a los reproductores.
Eduardo Jorge tiene 29 años y asegura que lleva su música con él desde la época de los walkman. Cuando los MP3 aparecieron en Tucumán no podía comprarlo. Cuando el precio bajó adquirió uno. Ya por estos días tiene un celular con reproductor. "Si llego a cambiar de teléfono, el que venga sí o sí tiene que tener MP3", dice.
"¿Qué hace uno cuando compra un auto? Le pone un stereo para andar escuchando música. Bueno, comprarse un MP3 es lo mismo", justifica Luciana Sosa.
"A mí me distrae muchísimo. Además me estoy separando y la verdad que me ayuda mucho", cuenta Luisa Acari, que transitaba las calles del centro escuchando música con su teléfono.

Evadirse de la realidad
Según la psicóloga Silvia Quiroga, así como sucedió con los celulares, "hay nuevas adicciones como la de los MP 3. Cuando uno no está bien equilibrado, cualquier elemento, que es aceptado y puede ser bien usado, puede convertirse en algo dañino". La experta señaló que a veces es positivo evadirse un poco de la realidad; sin embargo, dijo que vivir evadido de lo que sucede en el mundo no es bueno, porque se pierde el contacto con la gente.
Alfredo Ygel, otro de los psicoanalistas consultados, indicó que este tipo de nuevos aparatos puede provocar, en casos extremos, algún tipo de adicción, como el acostumbrarse a "estar solo".

Centrarse en el sujeto
"En mi época jugábamos a la pelota y las madres renegaban porque el chico se escapaba para hacerlo. Luego, la problemática era con la televisión, más tarde con la computadora, después con el chat y ahora con el mp3", explica Ygel. "Depende de la tendencia a la sociabilidad o aislamiento y personalidad que tiene una persona el uso que le va a dar a estos elementos", agrega.
Julián, Marcelo y Nicolás conforman un grupo de amigos. Todos tienen 16 años. Compiten por quién tiene el mejor equipo. Cuando van a una fiesta, concurren con sus MP3 y si la música del lugar no les gusta, escuchan la propia en sus auriculares. Al estar juntos, las canciones suenan en sus oídos y neutralizan lo que ocurre en el exterior.

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