La escena se repite religiosamente todos los veranos. Una vedette con trayectoria o chica del momento en ascenso lanza la primera piedra ante las cámaras de algún programa de chimentos en contra de una compañera de elenco o de una colega que está encabezando otra obra.
Inmediatamente, y como por arte de magia, se genera una guerra mediática que, tarde o temprano, repercute en la boletería de los teatros. Otro de los debates puntuales es qué obra o qué compañía encabeza la taquilla, una disputa que, desde hace unos años, mantienen los ex socios Nito Artaza y Miguel Cherutti.
Como de costumbre, al comienzo de la temporada, las figuras de cada show se juran amor eterno y prometen unas vacaciones en paz. Sin embargo, una vez inaugurado el verano farandulero, la guerra de las plumas y las pasarelas se apodera de los escenarios y, para algunos, se convierte en la mejor arma de autopromoción.
El 2008 no fue la excepción y, ante el preludio de la estación del escándalo, ni lentas ni perezosas comenzaron con sus primeros ataques las mujeres más famosas de la Argentina. Todas con lenguas y uñas afiladas. En esta ocasión, el conflicto fue el de las vedettes más “sabias” y experimentadas contra las jóvenes e inexpertas estrellas que recién se están iniciando en el maravilloso mundo de las medias de red, los concheros y la cirugía plástica.
El golpe legendario lo dio la veterana Moria Casán, cuando calificó despectivamente a las nuevas figuras del espectáculo veraniego como “cornalitos” (el cornalito es un pez que nada lejos de las estrellas de mar). De esta divertida analogía surgieron la mayoría de los tantos conflictos que están condimentando estas vacaciones, y hasta una canción que promete ser el hit de la temporada.
Dándose por aludida, la ganadora de “Bailando por un sueño”, Celina Rucci, retrucó: “estoy podrida de que Moria esté hablando siempre mal de toda la nueva generación. Las actrices de revista de antes no patinaban, casi no bailaban, ni nada. Las de ahora nos rompemos el lomo”.
Por supuesto, la melodiosa voz de Iliana Calabró no dejó de resonar. “En Buenos Aires hay mucha vieja del agua”, dijo, refiriéndose a la Casán sin nombrarla. Y agregó: “son bravas, peligrosas y muy feas”. Y, como para ratificarlo, el viernes repartió cornalitos en la puerta del teatro Lido, donde presenta junto a su padre la obra “Calabró más Calabró: he Family Show”.
Detrás de Moria se encolumnó nada menos que Florencia de la V, que no dejó títere con cabeza, y junto a Rucci se posicionó la voluptuosa Pamela David. El enfrentamiento subió de tono, al punto que Moria trató días atrás de “camionero” a Rucci, y aseguró que su enemiga no le produce más que “una sensación de bilis mal tragada. Aún cuando los términos en que está planteada la discusión sean pocos serios, la cuestión de fondo no lo es en el mundo de las tablas: ¿Quién sucederá a Moria?
Lucha de elencos
Pero la pelea no se circunscribió sólo a Mar del Plata. Las sierras de Córdoba también dan qué hablar. Wanda Nara en el ring con Evangelina Anderson, Marixa Balli sacando trapitos viejos al sol con Adabel Guerrero y la incomparable Nazarena Vélez compitiendo con Florencia de la V por las preferencias de Gerardo Sofovich. Lo mismo da. La lucha de los elencos por vender más cantidad de entradas está a la orden del día y los egos de las estrellas que encabezan los principales espectáculos de Villa Carlos Paz y Mar del Plata, sin olvidarse de la avenida Corrientes, se multiplican. “Palo va, palo viene, el tema es que todos hablan de contenidos y calidades, pero a la hora de promocionar sus productores, un buen escándalo no le disgusta a nadie”, editorializó en el último número de la revista “Paparazzi”, nadie menos que su director, Luis Ventura, que del tema sabe mucho.