"Que no me den el puesto no debe significar frustración"

"Que no me den el puesto no debe significar frustración"

Cómo mejorar la oferta del postulante.

27 Noviembre 2007
Generalmente, los jóvenes terminan una búsqueda laboral con una sensación de frustración y, por ende, les cuesta recuperarse emocionalmente para continuar con la búsqueda. “Que no me den el puesto no debe significar frustración, desde el punto de vista psicológico”, señala a LA GACETA Martín Sandoval, profesor adjunto a cargo de la Cátedra de Reinserción Laboral de la Facultad de Psicología (UBA). Sandoval afirma que una derrota no es absoluta. “Depende del cristal con que se lo mire”, aclara  el psicólogo y columnista del sitio bumerán.com.ar. En estos casos, señala el experto en coaching, es fundamental que el postulante se efectúe las siguientes preguntas: ¿por qué no me eligieron?¿No me ajusto al perfil buscado por la empresa?¿Cuál es mi mercado?¿Cómo estoy comunicando mi oferta laboral?
La definición del producto laboral que se ofrece es fundamental. Y esto se refiere a las competencias que reune el postulante, a la potenciación de sus habilidades y al reconocimiento de sus debilidades. “A esto lo relaciono con la conducta del vendedor de servicios, que está permanentemente pensando y realizando acciones para encontrar al cliente que compra el servicio. De ese modo, el joven postulante puede replantearse sus objetivos de carrera, reorientarse hacia sectores acordes con sus habilidades”, señala el consultor.
A partir de la definición del perfil, quien busque un empleo tendrá que ir por el segundo paso: el mercado donde ofrecer el servicio. Y, según Sandoval, allí hay que poner en juego la estrategia, el marketing personal, que parte desde el curriculum vitae actualizado, pasando por una carta atractiva y dirigida plenamente al aviso publicado y que, en definitiva, se expone en una entrevista laboral. “Cuando llega el momento de la entrevista, es sugerible tener la mayor cantidad de información sobre la posición laboral y la empresa”, dice. Pero también, es recomendable ordenar la información de la historia laboral de presente a pasado, sin esperar que se lo pregunte el entrevistador.

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